El cadáver del empresario de Dos Hermanas Antonio Jiménez, de 59 años, fue encontrado el pasado 23 de septiembre dentro de su vehículo en República Dominicana.
El cuerpo, según las primeras investigaciones, presentaba un disparo en la cabeza y su coche estaba en una zona rural, concretamente en la carretera La Trujillista, de la localidad Damajagua.
Además, su documentación estaba a la vista y no se apreciaron en las primeras pesquisas signos de violencia ni en la carrocería ni en la luna.
Desde hacía varios años, según avanzó Diario de Sevilla, regentaba un vivero en la localidad nazarena, Patricia Garden S.L, un establecimiento muy conocido en la carretera entre Montequinto y Dos Hermanas. Comenzó con plantas y flores y fue ampliando el negocio a la decoración floral y paisajismo.
Entre el asesinato y el suicidio
Jiménez había nacido en Albox, Almería, pero se trasladó al municipio sevillano de Dos Hermanas, donde levantó varios negocios. Su muerte oscila entre un posible asesinato y la versión más extendida entre las autoridades de aquel país: suicidio. Su cadáver fue trasladado al Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Santiago para la autopsia.
Antonio llevaba casado 15 años con Patria, su segunda mujer, originaria de República Dominicana, con la que tenía un hijo. Era común que ambos viajaran juntos a aquel país, donde ya no regresó. Al parecer, el motivo que le llevó a realizar este viaje, que para él ya fue el último, fue el de tramitar el divorcio.
Mientras, Dos Hermanas y Albox, las dos localidades conectadas con la vida de este empresario, siguen en shock. El programa de Antena3 ‘Y de una vez Sonsoles’ ha hablado con Francisco, un amigo muy cercano al fallecido: «No me creo que fuera un suicidio, no me cuadra nada. Él estaba bien y jamás tuvo problemas psicológicos. Problemas de nervios, jamás», cuenta.
Este conocido añade que el empresario le comentó que en este viaje «llevaba la documentación» para tirarse si ella, en referencia a Patria, «le firmaba los papeles del divorcio», aunque ha reconocido no saber qué opinión tenía la mujer de esta posible separación.
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