Argentina: manifestantes exigen alimentos para los comedores populares y rechazan ajuste


BUENOS AIRES (AP) — Decenas de organizaciones sociales y partidos de izquierda se manifestaban el viernes en Buenos Aires y otras ciudades de Argentina para reclamarle al presidente ultraliberal Javier Milei el envío de alimentos a los comedores populares a los que acuden familias sin recursos y en contra de sus políticas de ajuste.

Miles de manifestantes se congregaron en las inmediaciones del Ministerio de Capital Humano bloqueando parcialmente la vía pública pese al protocolo de seguridad del gobierno que prohibe los cortes, para exigir a la ministra Sandra Pettovello que “resuelva el problema del hambre” en Argentina, donde la pobreza afecta a más de 50% de la población de unos 47 millones de habitantes, según organismos privados.

La jornada de protesta, que fue convocada con la consigna de cortar 500 calles y rutas en todo el país, aglutina detrás de un mismo reclamo a organizaciones sociales peronistas y de izquierda que anteriormente canalizaban sus demandas de forma separada.

Eduardo Belliboni, líder del partido Polo Obrero, dijo a The Associated Press que se han unido más de 50 organizaciones “que pelean contra el hambre” en un contexto de inflación galopante “porque hace más de dos meses que el Estado no entrega comida” a unos 45.000 comedores populares “producto de una política de ajuste de Milei”.

“Esperamos que el gobierno escuche este reclamo porque de no hacerlo vamos a continuar con el plan de lucha”, sostuvo el dirigente izquierdista.

Belliboni cuestionó que el programa del gobierno para reducir el gasto público y alcanzar el equilibrio de las cuentas lo “estén pagando los sectores sociales más empobrecidos como trabajadores, jubilados, desocupados o quienes tienen trabajos precarios”.

Carlos Fernández, quien trabaja en un comedor popular al sur de la capital argentina y milita en el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL ), dijo por su lado que el desabastecimiento de alimentos que comenzó a producirse el año pasado bajo la gestión del peronista Alberto Fernández (2019-2023) se agudizó gravemente con el gobierno de Milei, que asumió el poder el 10 de diciembre.

“El año pasado sólo nos hicieron cinco entregas de alimentos; ya veníamos con un piso terriblemente malo… los comedores hoy se sostienen a pura autogestión de los compañeros que piden donaciones a empresas, vecinos, a los municipios y con eso tratan de abrir aunque sea unos días a la semana; pero eso no se va a poder aguantar mucho más”, se lamentó Fernández.

El gobierno ha admitido que los programas sociales más urgentes están frenados por una auditoría en los procesos de entrega de las ayudas que están viciados de “discrecionalidad” y maniobras corruptas.

En ese sentido, anunció que se pondrá en marcha un nuevo método para que la ayuda llegue y no se desvíe con los intermediarios, en alusión a las organizaciones sociales que coordinaban esta asistencia con el Estado.



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