
La República Dominicana no es diferente a los países de la región respecto a los acontecimientos políticos que viven cada uno de estos; desde dictaduras, independencias y diferentes procesos que pueden vivir las naciones cuando a los cambios de poder se refiere ya sean revoluciones o golpes de estado.
Nosotros vivimos un cambio de poder en el año 2020, pero de igual manera, Gabriel Boric un joven político alteró radicalmente el modelo chileno, En Perú un desconocido llegó a la presidencia en el 2021 el Señor Pedro Castillo, en Colombia Gustavo Petro se convirtió en el primer presidente de izquierda de su país.
Todos estos procesos con una esperanza de Cambio como ocurrió en República Dominicana en el año 2020. Al parecer el descontento era algo regional o mundial. Todas estas olas vinieron con manifestaciones sociales fruto de la gente insatisfecha con las decisiones de los mandatarios en sus países. Desde ese momento los políticos debemos tirarse nuestros países con un lente totalmente diferente.
En el plano nacional los dominicanos que, para las elecciones de julio del 2020, el 54.34 % de los ciudadanos hábiles para votar no acudieron a las urnas y en el 2024 el 45.63 % de los electores no emitió su voto. Lo que pudiera aumentar o disminuir según las condiciones en que se encuentre la República Dominicana en el 2028.
Existe una gran pérdida de interés por la política en nuestro país, pero cuando se trata de ganar elecciones ya sea con abstención o sin ella los partidos políticos solo les conviene sacar la mayoría de los votos (50 + 1) si es en primera vuelta. En las elecciones del 2020 se dice que mucha gente se quedó en su casa y no salió a votar a favor del oficialismo y que en su mayoría los que salieron a votar fue en procura de un cambio. Produciendo así la salida de lo que fueron 16 años de gobierno del PLD. En el año 2024 el electorado que acudió a las elecciones respaldó un segundo mandato del presidente Abinader y el PRM.
Para el año 2028 las elecciones no pudieran estar definidas a la fecha de hoy pues con el mandatario de la nación inhabilitando constitucionalmente y casi una decena de sus compañeros corriendo por la candidatura presidencial, el PLD con opciones diferentes y una posible candidatura de quien se presentó en el 2020 y la fuerza del pueblo que debe elegir entre el padre o el hijo. Aunque ya el jacho encendido, la estrella amarilla o el gallo colorao no cuentan con la fidelidad tan fuerte que tenía en años anteriores para las elecciones del 2028 el partido con una estructura política sólida y en crecimiento llevaría la delantera para obtener el triunfo electoral.
Y esto es que si analizamos la tendencia de las últimas dos elecciones cómo se dice en política las elecciones la gana quien más gente lleve a votar y esto es movilizando los centenares de estructuras que tienen las organizaciones políticas distribuidas en todo el país.
La brújula política dominicana está en dirección hacia la conformación de una estructura fuerte de parte de quien será el fresco o la nueva gobernante en nuestro país a partir de agosto del 2028. El trabajo y las buenas decisiones que tomen las organizaciones políticas será lo que marque el norte de la flecha que encamine al grito de victoria.