
Este pasado lunes 25 de agosto, la Embajada de la República Dominicana en Uruguay conmemoró el Día de la Restauración con un emotivo conversatorio titulado “La Guerra de la Restauración y su impacto en la sociedad dominicana”. El evento, realizado en el Salón de Eventos El Recreo en Santa Catalina, reunió a una comunidad vibrante de dominicanos, donde se destaco la importancia de mantener viva la conexión con las raíces culturales Diario La R estuvo presente, capturando los momentos clave de esta significativa celebración.
Laura Adames, encargada de la sección cultural de la embajada, dio la bienvenida a los asistentes, expresando gratitud hacia el embajador Fidel Santana y subrayando el rol esencial de los dominicanos residentes en Uruguay. “Este día no solo conmemora nuestra independencia, sino también la lucha por restaurarla después de haberla perdido”, enfatizó Adames, marcando el tono del evento.
El programa incluyó un video educativo que narró la epopeya de la independencia nacional, comenzando con la efímera proclamación de Núñez de Cáceres en 1821, seguida por la fundación de la sociedad patriótica La Trinitaria por Juan Pablo Duarte en 1838. La presentación reveló la compleja historia de la sociedad dominicana, marcada por divisiones políticas: los trinitarios, que buscaban una independencia pura; los afrancesados, liderados por Buenaventura Báez, que abogaban por un protectorado francés; y los pro-españoles, representados por Pedro Santana, que deseaban la protección de España. Aunque todos coincidían en querer la separación de Haití, solo los trinitarios luchaban por la independencia total.
La creación de la República Dominicana el 27 de febrero de 1844 fue solo el comienzo de un largo y tortuoso camino. Las primeras repúblicas estuvieron marcadas por caudillos antinacionales que no creían en la capacidad del pueblo dominicano para gobernarse. La anexión a España, apoyada por poderosos, llevó a un periodo de inestabilidad y a la necesidad de la Restauración, que finalmente consolidó la soberanía del pueblo dominicano.
Durante el conversatorio, un participante, un caballero dominicano, expresó su profundo agradecimiento al embajador y su equipo. “Agradezco estos actos que nos recuerdan nuestra historia y acercan a los dominicanos en el extranjero a nuestras raíces”, comentó, resaltando la importancia de transmitir la historia y los sacrificios por la soberanía a las nuevas generaciones. Este sentimiento de orgullo y conexión con la patria resonó entre los asistentes, quienes valoraron la relevancia de recordar de dónde vienen y quiénes son.
El embajador Fidel Santana cerró el evento con un brindis, resaltando la evolución positiva de la República Dominicana. “Hoy, nuestro país es un ejemplo de estabilidad democrática y crecimiento económico, siendo el segundo destino turístico de América”, afirmó, generando un sentimiento de orgullo nacional entre los presentes. Con más de 11 millones de turistas anuales, la República Dominicana se ha posicionado como una de las economías más importantes de Centroamérica, lo que fortalece su presencia en organismos internacionales y eventos deportivos. El conversatorio se convirtió en un espacio para reflexionar sobre la importancia de apoyar y asistir a eventos que fortalezcan el vínculo con la patria, la cultura y las raíces dominicanas. La embajada reafirma su compromiso de compartir valores patrios y conocimientos históricos, fomentando así una conexión duradera con la comunidad dominicana en Uruguay.
La celebración del Día de la Restauración no solo fue un acto de conmemoración, sino un recordatorio de la resiliencia y el espíritu indomable del pueblo dominicano. A través de eventos como este, se asegura que las nuevas generaciones comprendan el sacrificio por la soberanía y la importancia de mantener vivas sus raíces culturales.