La tripulación del buque ARC Caribe de la Armada de Colombia se alista para emprender la mayor misión de arqueologÃa submarina en la historia reciente de América Latina. El objetivo es recuperar las primeras piezas del galeón San José, el barco de la corona española hundido por piratas ingleses frente a las costas de Cartagena de Indias en junio de 1708. La extracción de los objetos será una prueba cientÃfica para analizar cómo reaccionan en la superficie después de haber estado más de tres siglos a 600 metros bajo el mar. El ministro de Cultura, Juan David Correa, anunció este viernes que la exploración del barco comenzará entre abril y mayo de este año. âVamos a extraer, sin modificar y sin agredir el pecio, algunas cosas que están allà en el lechoâ, dijo. La idea del Gobierno de Gustavo Petro, explicó el ministro, es sentar las bases institucionales, jurÃdicas y cientÃficas para que Colombia se convierta en una potencia de investigación subacuática. Solo durante 2024, la expedición tendrá un costo de 17.962 millones de pesos, cerca de 4,5 millones de dólares.
Las declaraciones de Correa se dan justo en la misma semana en la que inicia formalmente un litigio internacional, en la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya, entre la empresa estadounidense Sea Search Armada y el Estado colombiano. La compañÃa cazatesoros demandó a Colombia por 10.000 millones de dólares, cerca de 40 billones de pesos, su cálculo del valor de la mitad del tesoro hundido. Sea Search se ampara en el Tratado de Libre Comercio entre Colombia y EE UU y asegura que encontró el lugar del naufragio antes que las autoridades nacionales. Sin embargo, la directora encargada de la Agencia Nacional de Defensa JurÃdica del Estado, Paula Robledo, explicó desde Cartagena que Colombia tiene los argumentos necesarios para proteger su patrimonio cultural. Aunque no puede dar detalles de la estrategia de defensa, dio un parte de tranquilidad: âLas coordenadas que da el demandante no son las coordenadas donde está el galeónâ, dijo este viernes, al concluir un simposio internacional sobre el San José.
Mientras el litigio se resuelve (puede tardar hasta dos años, según los cálculos de Robledo), la orden del Gobierno es avanzar en el desarrollo cientÃfico de la exploración. Por eso, una mesa técnica que define los asuntos relacionados con el galeón, en la que participan el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, el Instituto Colombiano de AntropologÃa e Historia (Icanh), la Dirección General MarÃtima (Dimar) y la Armada, ha establecido un plan de acción para los próximos meses. La directora del Icanh, Alhena Caicedo, explica que la idea es que al final de este año se hayan logrado al menos cinco objetivos: una caracterización detallada del sitio donde está el galeón, un inventario de lo que contiene, un plan de manejo arqueológico, la declaratoria de un área arqueológica protegida y, lo más importante o lo más simbólico, la recuperación de las primeras piezas. âEsperamos tener unos resultados del diagnóstico arqueológico y de conservación. De tal manera que el galeón pueda estar preservado desde el punto de vista cientÃfico y legalâ, afirma Caicedo
Hermann León, jefe de Intereses MarÃtimos de la Armada, explica en diálogo con EL PAÃS los detalles cientÃficos de la campaña en la que se extraerán las primeras piezas. Será un trabajo conjunto entre un satélite, el ARC Caribe y el robot Lynx, que hará la inmersión. âLa presión a 600 metros de profundidad es muy intensa sobre los equipos. Para poder hacer una expedición en tiempo real efectiva necesitamos conectar el satélite al buque, el buque al robot, y el robot al brazo que simula la mano del arqueólogoâ, cuenta León. Y concluye emocionado: âserá un enlace tecnológico desde el cielo hasta lo más profundo del marâ.
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Si todo sale como se ha planeado, el robot bajará hasta el San José, comandado por pilotos especializados que estarán dentro del buque, y tomará muestras fÃsicas, quÃmicas y biológicas de la carga del galeón. âEs una operación manejada por un joystick, parecido al de los videojuegosâ, explica de forma sencilla el contraalmirante León. No se sabe con certeza que llegará finalmente a la superficie. En las últimas imágenes que tomó el mismo robot en 2022 se alcanza a ver una vajilla china casi intacta, un par de lingotes de oro, cientos de monedas de ocho reales, varios cañones fabricados en Sevilla en 1665, espadas, vasijas, cerámicas, maletas y muchos otros pequeños tesoros de la época.
El arqueólogo portugués Filipe Castro, investigador de la Universidad de CoÃmbra y uno de los invitados al simposio, cree que la decisión del Gobierno de Colombia de valorar al galeón como un patrimonio arqueológico y cultural, no como un tesoro, es la correcta. âTodos los espÃritus simples del mundo, incluidos los cazatesoros, empiezan a soñar con sacar esas piezas para comprarse un Maseratiâ, dice bromeando en conversación con EL PAÃS. Y añade: âLo importante es que en el galeón están las claves para entender un capÃtulo de la historia humana, cristalizado a 600 metros bajo el mar; para entender mejor la relación de la colonia entre españoles, ingleses, y pueblos indÃgenasâ.
Con esta expedición, Colombia espera obtener respuestas a múltiples preguntas sobre la historia del comercio marÃtimo entre América y Europa a inicios del siglo XVIII: âLos indicios del contrabando en el Caribe, las tecnologÃas de construcción naval de la época, los instrumentos usados en las confrontaciones navales, los campos de batalla marÃtimos, el tipo de mercancÃas transportadas en el galeón, sus procedencias, usos y materiales (metales, cerámicas, vidrio, etc…)â, se lee en un informe de prensa del Ministerio.
Roberto Junco, subdirector de arqueologÃa subacuática del Instituto Nacional de AntropologÃa e Historia de México, coincide en que el galeón contiene información importante sobre la vida cotidiana a bordo. âLos objetos que se encuentren van a reflejar las costumbres de la tripulaciónâ. Junco explica en conversación con EL PAÃS que el proyecto va a ser un hito para Colombia, porque permitirá dejar las bases jurÃdicas y cientÃficas para emprender la documentación del patrimonio subacuático en el PacÃfico, en el Caribe, en los lagos, en los rÃos, y en lagunas. Según el investigador, lo importante en este proceso no es el San José en sà mismo, ni el oro o la plata que pueda tener, sino los más de 200 galeones que están hundidos en los mares continentales del paÃs. âSi esto sale bien, Colombia se posicionará como una potencia de arqueologÃa subacuáticaâ.
El Gobierno sabe que un paso importante para lograr el éxito de la expedición, en medio del litigio con Sea Search, es mantener una relación de cooperación con el Gobierno de España, que en varias ocasiones ha reclamado la propiedad del barco. Por eso, al concluir el simposio, la directora del Icahn reiteró el deseo de trabajar en conjunto: âHay una disposición del Gobierno colombiano de pensar el galeón San José como un patrimonio compartido con el Gobierno español. Ese propósito podemos traducirlo en un escenario de cooperación, de intercambio, que nos permita entre ambos estados gestionar el galeón como patrimonio de todosâ. Uno de los miembros de la tripulación del Buque ARC Caribe cuenta en diálogo con EL PAÃS que todo está planeado para que el presidente Gustavo Petro aterrice en el helipuerto del barco el dÃa en que se extraigan las primeras piezas del galeón.
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