
La tercera entrega de esta serie dedicada a los resultados de la visita de la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) a la RD, explora una dimensión crucial para la implementación y el éxito de las recomendaciones propuestas. La discusión se enmarca en un momento de inflexión. En septiembre de 2025, la Fed recortó su tasa de interés de referencia en 0,25 puntos porcentuales (hasta un rango de 4% a 4,25%),
Estas decisión, lejos de ser solo relevantes para el ciclo económico estadounidense, tienen profundas ramificaciones para economías emergentes como la dominicana, cuyas cuentas externas, flujos de capital, costos de financiamiento y variables cambiarias responden, muchas veces de forma amplificada, a los movimientos de la principal economía del mundo.
La reciente baja responde a presiones internas (alza en el desempleo, desaceleración en la generación de empleo, persistencia de la inflación en torno al 3%, muy por encima de la meta del 2%, y señales de enfriamiento en el consumo y la inversión y una situación de tensiones comerciales.
Canales de transmisión de la política monetaria de EE.UU. sobre República Dominicana
El punto de partida para analizar el impacto de las decisiones de la FED en RD es comprender los múltiples canales a través de los cuales la política monetaria estadounidense se transmite a economías pequeñas y abiertas como la dominicana. Para estos fines citaremos cuatro canales:
- Canal financiero: Las tasas de interés de la FED establecen el piso global del costo del dinero en dólares. Un movimiento a la baja reduce las tasas internacionales de referencia, abaratando el costo de financiamiento externo para gobiernos y empresas dominicanas, lo que impactara positivamente en la colocación de deuda pública y privada.
- Canal cambiario: Una tasa de referencia menor en EE.UU. tiende a depreciar el dólar frente a otras monedas y a incentivar la entrada de capitales en busca de mayores rendimientos en otros países, apreciando temporalmente las monedas locales en otros países.
- Canal de flujos de capital: Las condiciones financieras globales más laxas, derivadas de tasas bajas en EE.UU., incentivan el flujo de inversión extranjera directa y de portafolio hacia economías emergentes. Se reduce el riesgo de fuga de capitales y se incrementa la liquidez local.
- Canal comercial: Si la política monetaria expansiva de la FED logra impulsar el crecimiento de EE.UU., países como República Dominicana puede beneficiarse de una mayor demanda para sus exportaciones y de mayores remesas por una mejoría laboral para los dominicanos en EE.UU..
Estos canales no actúan de manera aislada, y su efecto muchas veces se ve amplificado por las expectativas de mercado, el diferencial de tasas locales-internacionales y la fortaleza de los fundamentos macroeconómicos dominicanos, como advierte la literatura internacional y los análisis del propio FMI.
Impacto de recortes en la tasa de la FED en los costos de financiamiento externo dominicano
Uno de los beneficios más tangibles de la reciente flexibilización de la FED es la generación de condiciones externas favorables para la gestión de la deuda dominicana. El diferencial de tasas entre el peso y el dólar determina, en última instancia, la estructura de incentivos para los inversores extranjeros interesados en adquirir bonos emitidos por el Estado dominicano o por sus corporaciones líderes.
Con tasas más bajas en EE.UU., los inversores a nivel global se ven motivados a buscar mejores retornos en moneda local en economías emergentes, elevando la demanda por instrumentos dominicanos y reduciendo su costo de colocación. Hacienda puede aprovechar este entorno para emitir deuda soberana a menores tasas, aligerando la carga de intereses y prolongando plazos de vencimiento.
En ejemplos recientes, el bono verde soberano 2024 de RD fue colocado en condiciones favorables en un contexto de menor estrés financiero, y analistas prevén que la ventana de oportunidad para nuevas emisiones, incluidos bonos temáticos o sostenibles, se mantenga abierta mientras persista la postura expansiva de la FED. Según proyecciones del Ministerio de Hacienda, la coyuntura actual facilitaría el refinanciamiento de vencimientos cercanos y proporcionaría margen para repensar la estrategia de composición de moneda y plazo en el portafolio de deuda soberana.
Decisiones recientes del Banco Central de la República Dominicana
En el ámbito nacional, la República Dominicana mantiene una trayectoria de inflación controlada y crecimiento moderado. La inflación interanual cerró agosto de 2025 en 3.71 %, y la subyacente en 4.32 %, valores dentro del rango meta de 4.0 % ± 1.0 % que el BCRD persigue, facilitando condiciones propicias para políticas monetarias menos restrictivas.
Una vez más el Banco Central alineó su tasa de política monetaria con la tasa de la FED. En la última reunión se redujo la tasa de política monetaria en 25 puntos básicos, es decir, desde 5.75% a 5.50% anual. Previo a esto, la tasa se había mantenido nueve meses congelada ante condiciones externas restrictivas y una inflación bajo control. La decisión fue posible gracias a la convergencia de la inflación al rango meta, el contexto internacional de menores tasas y la necesidad de reactivar la demanda interna en el país.
En paralelo, el BCRD bajó la tasa de la facilidad permanente de expansión de liquidez (repos a 1 día) de 6.25% a 6.00 %, manteniendo la tasa de depósitos remunerados overnight en 4.50 % anual. Estos ajustes tienen el propósito de proveer liquidez a los bancos a bajo costo y detener eventuales tensiones en el mercado interbancario dominicano.
El BCRD explicitó varios objetivos para la reducción de la TPM y el conjunto de medidas de apoyo, todos enmarcados dentro del mandato prioritario de mantener la estabilidad de precios, conforme lo establece la Ley Monetaria y Financiera No. 183-02.
- Dinamizar la demanda interna.
- Facilitar una expansión ordenada del crédito bancario.
- Apoyar la recuperación gradual y sostenible del crecimiento económico.
- Mantener la inflación dentro del rango meta.
- Garantizar la estabilidad del sistema financiero y del mercado cambiario.
Estas medidas tendrán un efecto positivo en la reactivación económica, pero esto no será inmediato, ya que las políticas monetarias tienen un retardo importante. En nuestro entender podríamos tener un diciembre más activo que el mismo diciembre del 2024, así como también el mes de enero del año 2026. El efecto de estas políticas podría ser reforzada con medidas de políticas fiscales para dinamizar mas la demanda, pero será necesario que el Banco Central siga monitoreando la tasa de inflación y tome en cuenta las presiones que sobre el tipo de cambio y los precios se podrían presentar a inicio del año 2026.