Una investigación cientÃfica realizada en Estados Unidos reveló cuál es la edad en la que un ser humano podrÃa empezar a emitir este olor, además de las sustancias encargadas de provocarlo.
Dicho estudio estuvo a cargo de Monell Chemical Senses Center, de la Universidad de Pennsylvania, quien reveló que es a partir de los 30 años en los que se puede empezar a experimentar estos cambios.
âEste aroma se produce a raÃz de la interacción entre las glándulas ecrinas, sebáceas y apocrinas, responsables de segregar sudor, sebo y ácidos grasos que, al degradarse la microbioma de la piel, desprenden componentes volátiles como cetonas, alcoholes y aldehÃdos. Al final, estos tres elementos son los que general el olorâ, reveló el estudio.
Sin embargo, se concluyó que este hecho no tiene relación alguna con la higiene personal, debido a que obedece a un cambio natural del cuerpo.
No obstante, según un estudio también realizado anteriormente por Monell Chemical Senses Center, en ocasiones el aroma emanado por personas jóvenes y de mediana edad puede ser incluso peor al ya mencionado âolor a viejitoâ.
Para este experimento se necesitaron tres grupos: jóvenes entre 20 y 30 años, mediana edad entre 45 y 55 años y ancianos entre 75 y 90 años, a los cuales se les hizo poner una misma camiseta mientras dormÃan por cinco noches seguidas, para después tomar una prueba.
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Y, al final del estudio, hubo un grupo que debÃa oler las prendas y, sorprendentemente, las usadas por los ancianos fueron las menos desagradables.
âNuestros microbios dependen de factores como la salud, el seco, la dieta. Se puede decir que cada persona tiene su propio perfil de bacterias y esas podrÃan intervenir en la producción de olor y evolucionan a lo largo de la vidaâ, dijo en su momento Ignacio López, integrante del Departamento de MicrobiologÃa de la Universidad de Navarra.
Tomar esta vitamina podrÃa ayudar a mejorar la circulación de sangre
Una mala circulación de la sangre en el organismo se puede presentar por una presión arterial alta o enfermedades en el corazón. Para evitarlo, se pueden llevar a cabo una serie de cambios, como, por ejemplo, en la dieta o realizar más actividad fÃsica.
Lo más recomendable es ejercitarse durante un periodo de 30 minutos cada dÃa, incluso si es actividad fÃsica de baja intensidad. Asimismo, se puede realizar ejercicios que impliquen una intensidad cardiovascular; es decir, trotar, correr, aeróbicos o deportes en equipo.
Entre las vitaminas se incluye la vitamina C, vitaminas del complejo B, es decir, el calcio, magnesio y aceite de pescado omega-3. El mencionado portal indica lo importante que es tomar los suplementos de vitamina E en la reducción de enfermedades cardÃacas.
En cuanto a la alimentación, este debe ser bajos en azúcar, como las frutas y hortalizas frescas, productos lácteos bajos en grasa, carnes magras y granos enteros. En ese sentido, se debe reducir el consumo de alimentos ricos en grasas trans o grasas saturadas.