
Como capitán de aerolíneas que opera vuelos de largo radio a nivel global, concedo que el pronóstico del tiempo es fundamental para nuestra toma decisiones. La gran mayoría de ellas están ligadas a la seguridad operacional del vuelo, y esta, a su vez, está estrechamente relacionada al factor climático.
Cuando un país no cuenta con un buen sistema de pronóstico climatológico, nos presenta serias dificultades de planificación de vuelo, en especial cuando se trata de vuelos de largo radio donde, durante la fase de prevuelo, estamos tomando decisiones para un aterrizaje que ocurrirá dentro de 10-15 horas en el futuro.
La República Dominicana es uno de esos países que presenta un serio problema de pronóstico meteorológico, pues constantemente los pronósticos emitidos por el gobierno fallan en presentarnos una imagen real de lo que, horas después, termina sucediendo en el clima dominicano.
Grandes tormentas en el valle del Cibao
El pasado 13 y 14 de septiembre, el valle del Cibao sufrió el azote de una serie de tormentas de gran magnitud que causaron daños considerables a lo largo de la región.
Las condiciones meteorológicas empeoraron rápidamente, afectando aeronaves tanto en tierra como en el aire. Por décadas, nuestro país ha tenido un débil sistema de pronóstico meteorológico para la aviación, lo que se traduce en serios riesgos de seguridad operacional.
Durante el fenómeno atmosférico del fin de semana, solo en el Aeropuerto Internacional Cibao se registraron ráfagas de vientos huracanados de más de 100km/h, lo que tomó por sorpresa a muchos pilotos en la zona. Aunque el Instituto Dominicano de Meteorología
(Indomet) había anunciado tormentas para la zona del Cibao, el pronóstico para el aeropuerto no era tan severo. Esto significa que los vuelos que tenían como destino al Aeropuerto Internacional Cibao posiblemente no tenían combustible para la contingencia de tormentas de gran magnitud, con la que al final se encontraron.
Seguridad operacional
Las tormentas eléctricas son unos de los fenómenos más peligrosos para la aviación en todo el mundo. Una sola tormenta eléctrica es capaz de producir la energía equivalente a varias explosiones atómicas como las de Hiroshima y Nagasaki.
A lo largo de la historia de la aviación, las tormentas eléctricas han sido la causa de innumerables accidentes aéreos, por lo que su peligro para la aviación civil está más que probado.
Las tormentas eléctricas desarrollan algunas de las condiciones meteorológicas más violentas que una aeronave puede encontrar: granizo, vientos huracanados, micro ráfagas, descargas eléctricas, entre otras. La única estrategia posible para mitigar los efectos negativos en la seguridad operacional de los vuelos ante tormentas eléctricas es simplemente evitarlas.
Los sistemas de pronósticos meteorológicos, las planificaciones de vuelo, y los sistemas de detección en tierra y a bordo de las aeronaves (como los radares) están diseñados para evitar las tormentas eléctricas.
Impacto económico de un desvió meteorológico
Las operaciones de transporte de línea aérea se caracterizan por el alto nivel de complejidad y competitividad. La cantidad de combustible abordo es una de las decisiones más importantes en el predespacho de todo vuelo comercial.
Esto tiene un impacto directo en la economía de dicho vuelo, pues debido al aumento de peso, cargar más combustible produce más consumo del mismo.
A eso se suma la decisión de cuáles aeropuertos alternos se deben tener listos en caso de que no se pueda aterrizar en el destino, así como la cantidad de pilotos, períodos de descanso, entre otras complejidades.
Si a esto añadimos el impacto negativo de un desvío a un aeropuerto alterno, en toda la red operacional de una aerolínea, nos encontramos con un importante costo operacional para cualquier empresa, debido a gastos de combustible, personal, pasajeros, retrasos, etc.
Nuevos radares meteorológicos en RD
Recientemente el gobierno dominicano ha celebrado la compra e instalación de nuevos radares meteorológicos para la aviación civil en República Dominicana.
- El país cuenta con dos de estos radares en funcionamiento (uno de poco alcance en el Aeropuerto Internacional de Punta Cana y otro de mediano alcance en la loma Isabel de Torres, Puerto Plata), con un tercero a ser instalado próximamente en el Aeropuerto Internacional de las Américas.
Los radares meteorológicos son excelentes herramientas para la detección de tormentas eléctricas, y la compra de estos radares traerá una mejoría en el servicio de detección y evasión de tormentas en nuestro país. Pero los radares solo detectan las tormentas en el presente; no pronostican su desarrollo hacia el futuro.
Por lo que una tripulación que se encuentra en Europa, planificando un vuelo hacia nuestro país que aterrizará dentro de 9 horas, no recibe ninguna ayuda de estos radares.
Para verdaderamente mejorar el sistema de pronóstico meteorológico aeronáutico, y con ello la toma de decisiones y la seguridad operacional, debemos invertir en tecnologías de recolección de data, análisis y pronósticos que nos permitan emitir boletines de alertas meteorológicas más certeras y con suficiente antelación.