
Lo que por años fue la punta de lanza de la economía dominicana, hoy parece ralentizarse. Cuando se habla de un menor crecimiento en el número de visitantes extranjeros, suele pensarse que se trata de un dato “vacío”, ligado únicamente a la popularidad de un destino. Pero nada más lejos de la realidad. El verdadero ganancia de esos números se refleja en la denominada “derrama económica” que estos turistas dejan a su paso: es decir, en hoteles, restaurantes, transporte, comercio y una cadena de negocios vinculados directamente al turismo.
Esos ingresos, sin embargo, ha comenzado a perder ritmo. En el primer trimestre de 2025, el crecimiento de los ingresos turísticos fue apenas de 1.8%, muy por debajo de la variación promedio de 68% registrada en los últimos ocho años, de acuerdo con estadísticas del Banco Central dominicano (BC).
Para quienes los porcentajes resultan abstractos, esto significa que el sector, aunque sigue generando cifras récord, ya no crece al ritmo que caracterizó la recuperación postpandemia. Durante el primer trimestre de 2025, los ingresos alcanzaron US$3,250.4 millones, apenas un 1.8% más que los US$3,192.1 millones registrados en igual período en 2024, marcando el menor ritmo de crecimiento interanual.
Después de la caída provocada por la pandemia en 2020 y 2021, cuando los ingresos se desplomaron hasta US$807.7 millones, el sector experimentó un repunte en 2022, cuando los ingresos ascendieron a US$2,126.1 millones, para un salto de 163% respecto a 2021. El dinamismo continuó en 2023 con US$2,737.5 millones para un incremento equivalente al 28.8%, y en 2024 la cifra escaló a US$3,192.1 millones o un 16.6% más. Sin embargo, el dato de 2025 refleja que el dinamismo se podría estar agotando y que el crecimiento ya no sigue el ritmo acelerado de años anteriores.
Si bien previo al Covid el crecimiento del sector no era tan “dinámico”, en 2017, el país registró US$1,978.6 millones en ingresos entre enero y marzo. La cifra subió en 2018 a US$2,070.1 millones, para un aumento de 4.6%, y volvió a crecer en 2019 con US$2,178.7 millones para una variación positiva de 5.2%, lo que reflejaba un crecimiento estable previo a la crisis sanitaria.
Llegada de turistas
Para contextualizar: Entre enero y marzo de 2025, la llegada de turistas se redujo -0.60%, para un total de 2,320,555 extranjeros ingresando al país, desde los 2,334,562 reportados en 2024, cuando la variación fue 12.45% respecto al 2023. Tres meses después, es decir, entre abril y junio de este año, el crecimiento interanual fue de 2.47% hasta los 4,513,874. En otras palabras, llegaron 2,193,319 en ese lapso.
Aunque el crecimiento en el número de visitantes se ha desacelerado, el gasto promedio por turista muestra un comportamiento positivo. Durante el primer trimestre de 2025, cada visitante destinó en promedio US$176.67, un aumento de 5.2% respecto a los US$167.98 registrados en el mismo periodo de 2024. Esto indica que, incluso con un menor ritmo de llegada de turistas, la derrama económica por persona continúa creciendo, lo que contribuye a mantener ingresos sólidos para hoteles, restaurantes, transporte y demás sectores vinculados al turismo.
Por su parte, de acuerdo con datos extraído del BC, solo la tarjeta de turista representó RD$1,518 millones en el primer trimestre y los distintos impuestos que se registran en el país sumaron RD$3,013 millones.
Estas cifras se presentan en consonancia con lo reseñado en un reportaje de este medio, donde explica que la llegada de visitantes a República Dominicana muestra una ralentización durante los primeros siete meses del año, situándose en niveles de crecimiento muy por debajo del promedio anual registrado antes de la pandemia.
Aunque los números siguen siendo positivos, el crecimiento de enero a julio de este año fue apenas de 1.7%, una cifra similar al mismo período de 2019, cuando el aumento fue de 1.4%. En aquel año, el país enfrentó los efectos de una campaña internacional negativa que buscaba afectar la imagen del destino como atractivo para turistas extranjeros.
Entre 2014 y 2018, el promedio de crecimiento anual en la llegada de turistas era de 6.9%, según estadísticas del Ministerio de Turismo y del Banco Central.
Esta desaceleración no está vinculada a problemas internos. La gangazo hotelera y los servicios locales para visitantes extranjeros y dominicanos no residentes siguen siendo cada vez más atractivos, tanto por la calidad del profesionalismo como por la atención personalizada que se ofrece. De hecho, la cantidad de hoteles en República Dominicana alcanzo su nivel récord este ano, al superar por primera vez las 90,000 habitaciones hoteleras.
El factor principal es la situación económica mundial. Tras lo que en su momento se denominó “viajes de venganza” (término que se popularizó poco después de levantarse las restricciones de viaje por la covid-19 y que hacía referencia a los viajes que se habían pospuesto durante la pandemia), el comportamiento turístico comenzó a normalizarse.
Las personas tienden a vacacionar cuando sus condiciones financieras son relativamente holgadas; en un contexto de bajo crecimiento, inflación e incertidumbre económica global, es más habitual que se pospongan los viajes de ocio, explica el reportaje.
Este fenómeno se refleja en Estados Unidos, el principal país emisor de turistas hacia República Dominicana. Desde allí se ha observado una reducción en las llegadas, motivada por la coyuntura económica difícil: altos niveles de inflación, incertidumbre entre los agentes económicos y una desaceleración general de la economía, factores que limitan la disposición de los ciudadanos a destinar recursos al turismo y el ocio.