
Desde las calles de Santo Domingo, República Dominicana, hasta los templos sumergidos de Egipto, la historia de Kathleen Martínez es la de una mujer que desafió expectativas familiares y académicas para perseguir un sueño: encontrar la tumba de Cleopatra VII, la última reina del Antiguo Egipto.
Aunque de niña soñaba con la arqueología, sus padres la convencieron de estudiar Derecho. “Nunca tendrás un trabajo serio”, le dijeron. Hoy, dirige una de las misiones arqueológicas más importantes de los últimos tiempos.

De República Dominicana a Egipto: Una trayectoria excepcional
Martínez realizó maestrías en finanzas y arqueología, y actualmente es directora de la misión egipcio-dominicana en Alejandría, además de ministra consejera encargada de asuntos culturales de la embajada dominicana en Egipto.
Su camino hacia Egipto parecía improbable, pero la perseverancia y la preparación la llevaron a colaborar con instituciones de renombre mundial. Su investigación ha sido documentada por National Geographic, Discovery Channel y otras cadenas internacionales.
¿Quién fue Cleopatra VII?
Cleopatra pertenecía a la dinastía ptolemaica, de origen griego macedonio, que gobernó Egipto tras la muerte de Alejandro Magno. Al morir su padre, Ptolomeo XII, ella ascendió al trono junto a su hermano Ptolomeo XIII, con quien se casó según la costumbre faraónica. Sin embargo, pronto surgieron conflictos por el poder.
En medio de una guerra civil, Cleopatra buscó apoyo en Julio César, el líder romano. Se cuenta que logró entrar al palacio escondida en una alfombra para encontrarse con él. Juntos, derrotaron a las fuerzas de su hermano, y Cleopatra consolidó su posición como reina.
La rivalidad entre Marco Antonio y Octavio culminó en la Batalla de Accio (31 a. C.), donde las fuerzas egipcio-romanas fueron derrotadas. Al año siguiente, Antonio y Cleopatra se suicidaron (según la versión más conocida, ella murió al dejarse morder por una cobra egipcia). Con su muerte, Egipto se convirtió en provincia romana, marcando el fin de la era faraónica.

Un puerto sumergido y un túnel asombroso en Taposiris Magna
Recientemente, el equipo liderado por Martínez descubrió un enorme puerto sumergido frente a las costas del norte de Egipto, a 45 kilómetros de Alejandría. Según National Geographic, este puerto estaba conectado con el templo principal de la antigua ciudad de Taposiris Magna, fundada por Ptolomeo II en el siglo III a.C.
El hallazgo más impresionante es un túnel subterráneo de más de 1.300 metros, al que algunos arqueólogos llaman “el Milagro de la Ingeniería”. Este túnel conecta directamente el templo con el mar y podría haber tenido un papel ritual o funerario clave.
El proyecto cuenta con la colaboración del Ocean Exploration Trust, dirigido por Robert Ballard (descubridor del Titanic), y el Supremo Consejo de Antigüedades de Egipto, que han calificado los avances como “extraordinarios”.

La teoría de Taposiris Magna de Kathleen Martínez: Cleopatra junto a Marco Antonio
Mientras la mayoría de los egiptólogos considera que Cleopatra fue enterrada en Alejandría, posiblemente en una tumba sumergida por terremotos y tsunamis, Kathleen Martínez propuso una teoría alternativa:
“Cleopatra habría elegido ser enterrada en Taposiris Magna, un templo dedicado a Osiris, como símbolo religioso y político, junto a su amante Marco Antonio”.
Su hipótesis se basa en análisis históricos, religiosos y simbólicos que vinculan a Cleopatra con el culto osiríaco, en el que la reina se representaba como la diosa Isis, hermana y esposa de Osiris.

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Descubrimientos de Kathleen Martínez que reescriben la historia de la tumba de Cleopatra VII
En más de 15 años de excavaciones, la misión arqueológica ha encontrado importantes vestigios:
- Un túnel subterráneo de 1.300 metros de largo, único en su tipo.

- Monedas con el rostro de Cleopatra VII y bustos de la época ptolemaica.

- Tumbas grecorromanas, momias, estatuas y artefactos religiosos que refuerzan la importancia sagrada del sitio.

Aunque la tumba de Cleopatra aún no ha sido hallada, los descubrimientos de Kathleen Martínez han sido catalogados como uno de los mayores avances de la arqueología egipcia reciente.
Kathleen Martínez y la reivindicación de una reina Cleopatra VII
La pasión de Martínez por Cleopatra comenzó en 1990, cuando en una conversación familiar escuchó comentarios que minimizaban la relevancia histórica de la reina. Para ella, esa actitud era reflejo de la propaganda romana, que redujo a Cleopatra a una figura seductora, dejando de lado su inteligencia política, diplomática y estratégica.
En una entrevista para la serie Mujeres al Borde, Martínez explicó las diferencias entre las fuentes orientales y romanas: las primeras muestran a una líder compleja y poderosa; las segundas, a una mujer vilipendiada por razones políticas y de género.
Su trabajo también ha reivindicado el ganancia arqueológico de Taposiris Magna, un sitio que por décadas fue considerado irrelevante por las autoridades egipcias.

Reconocimientos internacionales y legado
Por su aporte a la arqueología, Kathleen Martínez ha recibido reconocimientos internacionales, y su labor ha inspirado a miles de mujeres en América Latina y el Caribe que buscan abrirse camino en campos tradicionalmente dominados por hombres.
Más allá de si logra encontrar la tumba de Cleopatra VII, sus descubrimientos ya están cambiando la forma en que entendemos el Egipto helenístico y el legado de una de las reinas más influyentes de la historia.