La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) ha condenado este lunes a Colombia por la persecución desde los años noventa al Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo (CAJAR), organización que denunció las violaciones a los derechos humanos cometidas por agentes del Estado. El tribunal de la Organización de Estados Americanos (OEA) ha establecido que varias entidades estatales hicieron actividades de inteligencia contra los integrantes del CAJAR y entregaron esa información a organizaciones paramilitares que luego amenazaron a los defensores de derechos humanos. “El Estado creó una situación de riesgo para la vida e integridad personal de las víctimas”, declaró el tribunal.
La sentencia determina que el Estado violó 14 derechos: a la vida, a la integridad personal, a la vida privada, a la libertad de pensamiento y de expresión, a la autodeterminación informativa, a conocer la verdad, a la honra, a las garantías judiciales, a la protección judicial, a la libertad de asociación, de circulación y de residencia, a la protección de la familia, los derechos de la niñez y el derecho a defender los derechos humanos. La máxima corte de derechos humanos de América establece que Colombia deberá cumplir con medidas como depurar los archivos de inteligencia en los que aparecen los integrantes del CAJAR, pedir disculpas de forma pública, hacer un documental sobre la importancia de la labor de los defensores de derechos humanos y reparar a las víctimas.
La vicepresidenta del CAJAR, Jomary Ortegón, destaca especialmente que la sentencia reconoce por primera vez el “el derecho a defender los derechos humanos”. “Las personas defensoras tenemos derecho a desarrollar nuestra labor con garantías”, dijo. También valora la mención al derecho de circulación y residencia y recordó que cuando ella entró al colectivo, en 2001, la mitad de la asamblea directiva estaba en el exilio.
Los integrantes del CAJAR celebraron la condena en un acto en el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación, en Bogotá. Miembros del colectivo, exintegrantes y familiares mantuvieron el silencio mientras el vicepresidente de la Corte IDH, el jurista brasileño Rodrigo Mudrovitsch, leía el fallo. Apenas terminó, los participantes del acto irrumpieron en aplausos y abrazos para celebrar la culminación de un proceso judicial que inició hace 24 años. Reinaldo Villalba, miembro del Colectivo, resalta que la decisión es importante para toda la región porque “en toda América Latina se vive esa persecución”.
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