
La Inteligencia Artificial (IA) generativa está transformando rápidamente la economía global. Su capacidad para crear texto, imágenes, programas y análisis complejos en segundos amenaza con desplazar empleos tanto en países desarrollados como en desarrollo. A diferencia de otras olas tecnológicas, esta no solo afecta a trabajadores manuales o administrativos, sino también a profesionales del sector servicios, donde la República Dominicana concentra buena parte de su crecimiento económico.
Este contexto tecnológico coincide con una vulnerabilidad estructural: el bajo nivel de ingresos fiscales en el país. Con una presión tributaria de apenas 14. 3 % del PIB en 2024, la República Dominicana recauda menos que el promedio de América Latina y el Caribe (21.3 %) y mucho menos que las economías de la OCDE (33.9 %). Esta debilidad fiscal limita la capacidad de inversión pública, de protección social y de preparación frente a los retos que impone la IA generativa.
La amenaza de la IA generativa sobre la economía dominicana
- Turismo y hospitalidad
Aunque la interacción humana seguirá siendo esencial, la automatización reducirá la necesidad de personal en reservas, gestión de clientes y marketing digital. - Centros de llamadas y BPO
Este sector, que emplea a miles de jóvenes, enfrenta un riesgo directo: los chatbots y asistentes virtuales basados en IA pueden sustituir gran parte de sus funciones. - Servicios profesionales y educación
Profesores, traductores, asistentes administrativos y otros profesionales podrían tirarse reducida la demanda por sus servicios.
En ausencia de mecanismos de protección y reconversión laboral, estos cambios amenazan con erosionar los ingresos de los hogares y, con ello, la demanda agregada que sostiene el crecimiento económico.
La debilidad fiscal dominicana
La limitada recaudación tributaria responde a varios factores:
- Exenciones fiscales extensas para sectores como turismo y zonas francas.
- Alta informalidad laboral y empresarial, que reduce la base imponible.
- Evasión y elusión fiscal, agravadas por una administración tributaria con recursos limitados.
- Desconfianza ciudadana respecto al uso eficiente y transparente de los recursos públicos.
El resultado es un Estado con pocos recursos para invertir en educación, salud, infraestructura digital y transición energética: pilares que serán esenciales para mitigar los efectos de la automatización.
¿Por qué se necesita una reforma fiscal en la era de la IA?
La llegada de la IA generativa hace aún más urgente una reforma fiscal integral:
- Proteger el empleo y la cohesión social: se requerirán recursos para recapacitación laboral, programas de empleo y apoyo a sectores desplazados.
- Garantizar servicios básicos universales: salud, educación y conectividad digital son condiciones mínimas para la inclusión en la economía digital.
- Invertir en transición verde y digital: el país necesita energía renovable, infraestructura tecnológica y programas de innovación para generar nuevas fuentes de empleo.
- Aumentar la resiliencia fiscal: sin mayores ingresos, la República Dominicana no podrá responder a crisis económicas, climáticas o tecnológicas.
Elementos clave de una reforma fiscal
- Ampliación de la base tributaria
- Reducción gradual de exenciones y subsidios ineficientes.
- Evaluación periódica de incentivos a zonas francas y turismo.
- Fortalecimiento de la administración tributaria
- Uso de facturación electrónica y analítica de datos para reducir evasión.
- Implementación de herramientas de IA para detectar fraudes y mejorar la fiscalización.
- Progresividad en los impuestos
- Ajustes en el impuesto sobre la renta de personas y empresas.
- Revisión de impuestos patrimoniales e introducción de impuestos a herencias y grandes fortunas.
- Impuestos verdes y digitales
- Gravámenes al carbono, al plástico y a contaminantes.
- Tributación a servicios digitales prestados por multinacionales, alineada con estándares internacionales.
- Eficiencia y transparencia del gasto público
- Presupuestos participativos y auditorías ciudadanas.
- Uso de plataformas digitales para rendición de cuentas en tiempo real.
Aprovechar la IA como aliada fiscal
Paradójicamente, la IA generativa puede convertirse en una herramienta para fortalecer la administración pública:
- Recaudación inteligente: identificar patrones de evasión y mejorar el cumplimiento tributario.
- Programas sociales más efectivos: focalización precisa de transferencias y subsidios.
- Gestión pública eficiente: automatización de trámites, reducción de costos y mayor calidad en los servicios.
Recomendaciones para la República Dominicana
- Impulsar una reforma fiscal progresiva y consensuada, que eleve gradualmente la recaudación hacia niveles cercanos al promedio regional.
- Invertir los nuevos ingresos en sectores estratégicos: educación, salud, digitalización y transición energética.
- Fomentar la capacitación laboral en sectores menos vulnerables a la automatización, como energías renovables, economía creativa y servicios turísticos especializados.
- Fortalecer la cooperación regional, especialmente en la tributación digital y la atracción de inversiones sostenibles.
- Reforzar la transparencia para mejorar la confianza ciudadana y la legitimidad de las reformas.
En conclusión, la inteligencia artificial generativa representa una oportunidad tecnológica, pero también una amenaza seria para el empleo y la cohesión social. En el caso de la República Dominicana, esta revolución coincide con una vulnerabilidad fiscal estructural que limita la capacidad de respuesta del Estado.
Una reforma fiscal integral ya no es opcional, sino una condición indispensable para enfrentar los retos del futuro. Ampliar la base tributaria, modernizar la administración fiscal, introducir impuestos progresivos, verdes y digitales, y garantizar un uso transparente de los recursos permitirá que el país transforme el desafío de la IA en una oportunidad para lograr un crecimiento inclusivo y sostenible.
La República Dominicana se encuentra en una encrucijada. La decisión de emprender una reforma fiscal determinará si la IA generativa se convierte en un motor de prosperidad o en un catalizador de desigualdad.