América Latina está viviendo una revolución en el mundo de los pagos digitales. El aumento del comercio electrónico, la digitalización de servicios y una renovada apuesta por la inclusión financiera han transformado la manera en que millones de personas compran, venden y acceden a productos financieros. En este proceso, la pandemia sirvió de acelerador, y hoy las billeteras digitales, los pagos sin contacto y las plataformas móviles ya forman parte de la vida cotidiana en gran parte de la región.
Dentro de este contexto regional, la República Dominicana destaca como un caso ejemplar de adopción tecnológica y modernización de sus sistemas de pago. El crecimiento de los usuarios de pagos móviles en el país ha sido extraordinario: según un estudio realizado por Mastercard sobre Pymes en América Latina y el Caribe: el 500 % en la última década, impulsado por una mejora significativa en la infraestructura digital y una mayor alfabetización tecnológica.
El interés por la digitalización también es alto entre quienes aún no han adoptado esta tecnología: el 94 % de las pymes que actualmente no aceptan pagos digitales está interesada en hacerlo en el futuro, y el 50 % admite que pierde clientes al menos una vez por semana por no ofrecer esta opción. Hoy se refleja en República Dominicana, el 69 % de las pymes dominicanas depende de los pagos electrónicos para operar, lo que subraya el rol central que estos métodos tienen en la sostenibilidad de los negocios.
Este avance se refleja también en la modernización de servicios públicos. Un ejemplo reciente y emblemático es la habilitación del pago con tarjetas sin contacto en el transporte público de Santo Domingo, con Mastercard liderando la adopción y uso del mismo. Esta iniciativa no solo reduce el uso del efectivo, sino que democratiza el acceso a servicios más eficientes y formales, impulsando la inclusión financiera en sectores tradicionalmente marginados.
Además, con el lanzamiento de las billeteras digitales, más del 50 % de los bancos dominicanos ya ofrecen soluciones propias o integran plataformas internacionales como Apple Pay y Google Pay. Por ejemplo, desde mediados de 2024, Mastercard habilitó Apple Pay para tarjetahabientes de Banreservas, Banco BHD, Banco Popular, Qik Banco Digital y Scotiabank en la República Dominicana, permitiendo realizar pagos sin contacto de forma simple, segura y privada desde dispositivos Apple.
Pero el avance no solo se mide en infraestructura o adopción, sino también en la creación de un ecosistema más justo y accesible. En este sentido, tecnologías como Tap on Phone están jugando un papel crucial. Al convertir cualquier smart con tecnología NFC en un terminal de pago, esta herramienta elimina barreras económicas y tecnológicas para emprendedores, profesionales independientes y pequeños negocios.
En la actualidad, vender con tarjeta ya no requiere invertir en costosos dispositivos, lo que abre la puerta a miles de nuevos comercios al sistema financiero formal.
La alianza de Mastercard con Nippy, una plataforma WorkerTech que empodera a trabajadores independientes, es un ejemplo tangible de este enfoque. El centro inaugurado en Santo Domingo en 2024 ofrece no solo herramientas tecnológicas, sino también capacitación, asesoría técnica y acceso a beneficios sociales. Esta combinación de tecnología + formación + apoyo institucional está redefiniendo la inclusión financiera en el país.
Mirando a la región, hay importantes lecciones de países como México, Brasil, Colombia y Chile. Todas coinciden en tres factores clave:
1. Colaboración entre sectores para impulsar regulaciones modernas y seguras.
2. Educación financiera como base para la adopción confiable de nuevas tecnologías.
3. Adaptación local de las soluciones para llegar verdaderamente a las pymes y a la economía informal.
República Dominicana está siguiendo este camino, pero aún queda mucho por hacer. Para consolidar esta transformación, es vital fortalecer las alianzas entre el sector privado, las cámaras empresariales y el gobierno, con iniciativas con el Monotributo, que ayude a la digitalización de las MiPymes
Una República Dominicana más digital es una República Dominicana más competitiva, más segura y preparada para los desafíos del futuro. Apostar por los pagos electrónicos es mucho más que una decisión tecnológica: es una decisión de país.