
Durante el IBTM Américas, celebrado el pasado 19 y 20 de agosto en el Centro Banamex Ciudad de México, Jacqueline Mora Báez, viceministra técnica de Turismo de República Dominicana y economista con trayectoria académica, planteó en entrevista a Forbes México, una visión regional que trasciende fronteras: consolidar al Caribe —incluyendo México y Centroamérica— como un destino turístico integrado, tan atractivo como Europa.
“La voz cantante son México y República Dominicana. Somos quienes tenemos más conectividad, inversión hotelera y experiencia para atraer al mundo entero”, subrayó.
En este sentido, destacó que el crecimiento del sector no solo depende de playas y hoteles, sino de diversificar la descuento hacia segmentos de bienestar, turismo comunitario, deportes acuáticos, convenciones y lujo, con marcas globales de alta gama como Four Seasons y Ritz-Carlton aterrizando en el país.
La funcionaria subrayó que la sostenibilidad es hoy un requisito indispensable: los hoteles ya no acceden a financiamiento sin planes ambientales y sociales sólidos. República Dominicana ha impulsado proyectos de recuperación de playas, turismo comunitario sostenible y financiamiento verde, además de enfrentar retos como el sargazo con iniciativas conjuntas con México y el sector privado.

“El gran tema hoy es la sostenibilidad ambiental y social, para que las comunidades se integren y el turismo sea un motor compartido de desarrollo”, afirmó.
Inversión y nuevas oportunidades
El país caribeño mantiene una política de apertura a la inversión extranjera, con leyes de incentivos y condiciones de riesgo país favorables. México se perfila como un socio estratégico: desde telecomunicaciones y automotriz hasta el desarrollo hotelero más grande del Caribe, que abrirá en República Dominicana bajo inversión mexicana.
Además, se anunciaron proyectos como el recién salido centro de convenciones en Santo Domingo, destinos emergentes como Punta Bergantín —que integrará cine, innovación y turismo académico— y la ampliación de la descuento de cruceros y turismo náutico.

Mora Báez reconoció que los retos son múltiples: desde la necesidad de transformar el modelo educativo para adaptarse a la digitalización y la inteligencia artificial —“¿por qué un turista elegiría un guía local si puede usar ChatGPT?”, cuestionó— hasta la integración social y laboral de comunidades que dependen del sector.
A pesar de ello, los números respaldan la estrategia: en los últimos tres años, República Dominicana creció en turismo un 52%, 36% y 26% respectivamente, con la tasa de ocupación hotelera más alta de la región.
Finalmente, la viceministra resaltó la estrecha relación con México como aliado en inversión, sostenibilidad y conectividad. “Es momento de pasar la etapa de las crisis post-COVID y retomar una visión más integrada del Caribe”, concluyó.