
El Foro ADIE 2025 reunió a autoridades, empresarios y expertos nacionales e internacionales para debatir sobre los desafíos y oportunidades de la transición energética, destacando la necesidad de planificar con visión de futuro, innovar tecnológicamente y fortalecer la cooperación regional para consolidar el liderazgo energético de la República Dominicana en el Caribe.
SANTO DOMINGO, República Dominicana. – La República Dominicana tiene la oportunidad de convertirse en el eje energético del Caribe si impulsa una planificación anticipada, inversiones sostenidas y la adopción de nuevas tecnologías que garanticen un sistema eléctrico confiable, sostenible y competitivo.
Esa fue una de las principales conclusiones del Foro ADIE 2025, organizado por la Asociación Dominicana de la Industria Eléctrica (ADIE) bajo el lema “Transición energética: inversión, regulación e impacto”, que reunió a autoridades, empresarios y expertos nacionales e internacionales para analizar los retos de la transición energética.

Durante la apertura, el presidente de ADIE, Roberto Herrera, llamó a planificar con visión de futuro y apostar por la innovación como ejes de una transición energética sostenible.
“La transición energética no es un concepto del mañana: es una realidad que estamos construyendo hoy, con cada inversión, cada política pública y cada innovación tecnológica”, afirmó.
Herrera destacó que el país debe anticiparse a los desafíos mediante políticas coherentes y la incorporación de tecnologías emergentes como los reactores modulares pequeños (SMR), que combinan confiabilidad, bajas emisiones y flexibilidad operativa.
Asimismo, subrayó la necesidad de reducir las pérdidas eléctricas, modernizar la red de distribución y mantener fuentes térmicas firmes, especialmente las plantas de gas natural, como parte de una transición “responsable y equilibrada”. “El futuro energético del país solo se construye sumando esfuerzos, conocimiento y responsabilidad”, concluyó el presidente de ADIE.
El ministro de Energía y Minas, Joel Santos Echavarría, enfatizó que la República Dominicana necesita ejecutar desde ya los proyectos que sostendrán su crecimiento económico en la próxima década. “La planificación debe ser la base para que continúe el desarrollo. Este gobierno debe asegurar que a 2028 se estén desarrollando los proyectos de energía de los próximos años”, indicó.
El ministro resaltó que entre 2020 y 2025 el país ha incorporado más de un gigavatio de capacidad renovable, con una inversión anual cercana a un billón de dólares, y la primera licitación de 600 megavatios con 300 de almacenamiento. También destacó el proyecto Hostos, un cable submarino que interconectará Puerto Rico y República Dominicana, como una apuesta estratégica que iniciaría obras en 2027 y podría operar en 2031.
“Ese proyecto puede ser el inicio de grandes inversiones energéticas y el punto de partida para interconectar las islas del Caribe”, afirmó Santos, quien insistió en colocar la energía “al frente del desarrollo”, impulsando sectores como centros de datos, semiconductores y minería tecnológica.
El profesor Luciano Castillo, de la Universidad de Purdue (EE. UU.), advirtió que la inteligencia artificial incrementará drásticamente la demanda eléctrica global, estimando que absorberá un 5 % del consumo mundial en los próximos años.
Planteó que la República Dominicana puede convertirse en la capital energética del Caribe si lidera la creación de corredores energéticos interconectados que integren las redes de Centroamérica, Suramérica y México, generando más de 50,000 empleos y fortaleciendo la seguridad energética regional.
Castillo propuso apostar por sistemas híbridos que combinen energías renovables con reactores modulares pequeños, para reducir emisiones, aumentar la resiliencia ante el cambio climático y sostener industrias de alto consumo energético, como los centros de datos basados en inteligencia artificial.
Como cierre del foro, los dos paneles de discusión ofrecieron una mirada complementaria entre los desafíos técnicos y económicos de la transición energética. En el primero, “Transición energética en RD: del reto a la oportunidad”, representantes del CNE, OC-SENI, EGE Haina y AES Dominicana coincidieron en la necesidad de acelerar las inversiones en infraestructura y diversificar la matriz energética con criterios de sostenibilidad y confiabilidad.
En el segundo, “Visión económica y financiera del sector eléctrico”, expertas del ámbito financiero y empresarial —Altio, ABA y el economista Henri Hebrard— analizaron los mecanismos de inversión, regulación y financiamiento necesarios para garantizar la viabilidad del cambio energético. Ambos espacios destacaron la importancia de la coordinación público-privada y de una planificación anticipada como pilares del liderazgo regional que la República Dominicana aspira a consolidar.