Diversos estudios señalan que el tamarindo posee propiedades medicinales, entre ellas, antioxidantes naturales y fibras que ayudan a reducir el colesterol y prevenir enfermedades cardiovasculares.
El tamarindo es una planta oriunda de las regiones africanas. Su nombre deriva del término árabe ‘tamar’, que significa ‘dátil seco’. Su fruto es una vaina larga que contiene una pulpa de color marrón de sabor agridulce. Se lo ha utilizado en muchos pueblos para preparar salsas, postres y hasta bebidas.
¿Cuáles son las propiedades del tamarindo?
El tamarindo se ha utilizado desde tiempos inmemoriales para usos medicinales. Los dolores estomacales, mala digestión y estreñimiento pueden aliviarse consumiendo tamarindo, así como la fiebre, el dolor de garganta, el reumatismo, la inflamación o la insolación. Para las articulaciones hinchadas, los problemas musculares, la conjuntivitis o las hemorroides es bueno aplicarse cataplasmas de hojas de tamarindo hervidas.
Se ha comprobado que el tamarindo tiene propiedades beneficiosas para los diabéticos, ya que al tener altas dosis de polifenoles y flavonoides se aumenta la captación de glucosa en las personas que sufren esta enfermedad. El extracto de tamarindo ha demostrado ser antimicrobianos, antioxidante, beneficioso para la cicatrización de heridas y eficaz contra la la malaria, el asma y como hemos nombrado, la diabetes.
Este fruto es también muy recomendable para personas con problemas de hígado. El tamarindo ayuda a protegerlo y a depurarlo, siendo así mismo beneficioso para combatir el colesterol. Por estas propiedades y su condición de bebida refrescante es utilizada por los deportistas para recomponerse tras haber hecho ejercicio físico. Es utilizado también para mejorar la dieta ya que ayuda a retirar los residuos que se quedan en el colon, disminuyendo la posibilidad de que se mantengan quedados en este órgano.