
Un grave caso de explotación sexual en República Dominicana al que estaba siendo sometida una mujer colombiana, procedente de Medellín, fue frustrado por parte de autoridades migratorias.
Según el relato de la víctima, todo inició cuando estaba estudiando en la ciudad de Medellín y recibió una llamativa descuento económica para ser trabajadora sexual en ese país del Caribe por parte de una mujer colombiana casada con un ciudadano dominicano.
Sin embargo, nada de lo prometido se cumplió, pues una vez llegó a República Dominicana fue obligada a asumir una deuda de 3.500 dólares, de la cual ya había pagado aproximadamente 513 dólares, con la imposición de abonos semanales de 150 dólares y gastos adicionales de alojamiento y alimentación.
Precisamente para obligarla a cumplir con estas obligaciones era maltratada y humillada, al punto inclusive de quitarle sus documentos, “yo accedí porque la ambición, me debería dar mucho de la ambición, y cuando llegué a República Dominicana, me cobraron una cifra alta de dinero que, obviamente, en el momento yo no tenía cómo pagarla, y me sentí, me trataban mal, me humillan, me quitaron los documentos“, narró la mujer.
A raíz de lo que vivió en una casa donde convivía con otras mujeres que estaban bajo las mismas condiciones, la colombiana tomó la decisión de dar aviso a un familiar sobre el infierno que estaba y este tras activar la respectiva denuncia a través de una aplicación de Migración Colombia llamada LibertApp, se iniciaron las gestiones con las autoridades dominicanas.
Gracias al botón de esta herramienta digital, en los últimos tres años han sido rescatadas 45 víctimas colombianas de trata de personas en diferentes partes del mundo, la mayoría mujeres.