
Originarios de República Dominicana, 13 hombres fueron acusados de estafar a 400 adultos mayores de California, Nueva York, Florida, Massachusetts y Maryland. Los delincuentes llamaban a las víctimas, se hacían pasar por sus nietos y les decían que habían tenido un accidente. Llegaron a obtener US$5 millones e incluso recurrieron en varias ocasiones a las mismas personas.
Los funcionarios federales compartieron una serie de acusaciones y solicitaron la detención de 13 dominicanos integrantes de una presunta organización transnacional de fraude contra personas mayores con sede central en República Dominicana.
“Hoy anunciamos cargos contra 13 personas por su presunta participación en un esquema de fraude cruel y malicioso dirigido a estadounidenses de edad avanzada”, declaró la fiscal federal, Leah Foley, en una conferencia de prensa el martes en Boston, según informó NBC.
De acuerdo con la funcionaria, el grupo liderado por Oscar Manuel Castaños García, gestionaba una “empresa criminal sofisticada” desde el país caribeño. “Su objetivo era engañar a nuestros padres, abuelos, vecinos y amigos para que les entregaran los ahorros de toda su vida bajo falsas promesas y lograron robar millones”, lamentó Foley.
Las autoridades señalaron que hubo más de 400 víctimas, en promedio de 84 años de edad, de diferentes estados del país norteamericano. Al menos 50 de ellas residentes de Massachusetts. En muchos casos, los adultos mayores recibían llamadas en diferentes ocasiones y les exigían más dinero. Los delincuentes robaron más de 5 millones de dólares.
Los acusados son todos ciudadanos de la República Dominicana. Nueve están detenidos, mientras que otros cuatro, de Nueva York, Nueva Jersey y Florida, continúan prófugos. Los delincuentes enfrentan cargos de conspiración para cometer fraude postal y fraude electrónico y, además, están acusados de lavado de dinero. Por cada uno de los delitos enfrentan hasta 20 años de prisión.
El grupo de dominicanos contrataba a personas (denominadas “openers” en inglés) para que realizaran las llamadas. Estas se hacían pasar por un nieto de las víctimas y les decían que tuvieron un accidente con el auto o que habían sido arrestados y necesitaban dinero para pagar la fianza.
De acuerdo con la fiscal, en algunos casos, los estafadores conocían el nombre del nieto, mientras que en otros seguían un guion y decían ser el “nieto mayor”.
Luego de que les creyeran, un supuesto “abogado” (denominado “closer” o cerrador) contactaba a los adultos mayores y les exigía miles de dólares en efectivo para resolver las falsas emergencias. Una vez que las personas caían en la estafa, había “corredores” en Estados Unidos que iban a los domicilios de las víctimas para cobrar el dinero. La plata era blanqueada y enviada a República Dominicana.
En un comunicado, la fiscalía compartió la lista completa de los 13 dominicanos acusados de lavado de dinero y conspiración para cometer fraude, ellos son: