
La residencia permanente legal, conocida como green card, es el documento que permite a un extranjero vivir y trabajar de manera indefinida en Estados Unidos. Para los ciudadanos de República Dominicana, el marco legal que regula este proceso se concentra en la Ley de Inmigración y Nacionalidad y en las disposiciones del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (Uscis, por sus siglas en inglés).
De acuerdo con el sitio web oficial del Uscis, las solicitudes para dominicanos se dividen en dos grandes vías: los procesos basados en vínculos familiares y otras categorías especiales, entre ellas las basadas en empleo o razones humanitarias. Sin embargo, la mayoría de los aspirantes acceden a través de la primera, que se organiza en parentela inmediata de ciudadanos estadounidenses y en categorías de preferencia de linaje.
Un ciudadano dominicano puede obtener la green card de manera más directa si es considerado un pariente inmediato de un ciudadano estadounidense. Esta clasificación no está sujeta a límites de visas por año, lo que reduce el tiempo de espera.
Los familiares inmediatos incluyen a:
Estos casos suelen tener prioridad en la adjudicación, dado que el Congreso definió esta categoría como una política prioritaria.
El trámite requiere que el ciudadano estadounidense presente el Formulario I-130, conocido como Petición de Familiar Extranjero, como primer paso. Una vez aprobado, el beneficiario dominicano puede iniciar el proceso de ajuste de estatus si se encuentra en EE.UU. o el trámite consular si está fuera del país norteamericano.
Los oriundos del país del Caribe que no califican como parientes inmediatos pueden solicitar la residencia a través de las categorías de preferencia de linaje, que están sujetas a cupos anuales y plazos de espera determinados por el Boletín de Visas del Departamento de Estado.
Estas se dividen de la siguiente manera:
Cada categoría tiene tiempos de espera diferentes y es indispensable que el solicitante tenga un Formulario I-130 aprobado y que exista disponibilidad según el Boletín de Visas.
Cuando un ciudadano dominicano ya se encuentra en EE.UU. de manera legal, puede tramitar la green card mediante el ajuste de estatus. Este procedimiento evita que el aplicante tenga que salir del país norteamericano para continuar con su caso.
El formulario central para este proceso es el I-485, Solicitud para Registrar la Residencia Permanente o Ajustar Estatus. Para que pueda presentarse, el Formulario I-130 debe haber sido aprobado o estar en trámite. En algunos casos, ambos documentos pueden presentarse al mismo tiempo.
Entre los requisitos para acceder al ajuste de estatus se encuentran:
Si el ciudadano dominicano vive fuera de EE.UU., el procedimiento para obtener la residencia se realiza mediante el trámite consular. En este proceso, el solicitante debe acudir a la Embajada o al Consulado del país norteamericano para la entrevista y la emisión de la visa de inmigrante.
Una vez aprobada la petición y emitido el permiso, el interesado puede ingresar a EE.UU. como residente permanente legal y posteriormente recibir su green card física.
Este procedimiento también aplica a los familiares derivados del solicitante principal, como cónyuges e hijos menores de 21 años, quienes pueden recibir la residencia siempre que cumplan con los requisitos.
Aunque las solicitudes por familia son las más comunes, los dominicanos también pueden explorar otras vías para obtener la residencia permanente. Una de ellas es el patrocinio laboral, que requiere un Formulario I-140 aprobado por un empleador estadounidense.
Otra alternativa es la categoría de inversionista, que se tramita con el Formulario I-526, siempre que el solicitante realice una inversión significativa que genere empleos en EE.UU.
También existen opciones por razones humanitarias, como el asilo político, que se otorga a extranjeros que sufrieron persecución o tengan un temor bien fundado de ser perseguidos, que pueden derivar en residencia permanente a través de solicitudes complementarias como el Formulario I-730.
Un aspecto clave en cualquier solicitud es la admisibilidad del solicitante. El Uscis evalúa si la persona cumple con los criterios legales y no tiene causales de inadmisibilidad, como antecedentes penales graves, fraudes migratorios o problemas de salud pública.
En caso de existir impedimentos, algunos solicitantes dominicanos pueden pedir exenciones mediante formularios como el I-601 o el I-212, según el tipo de causal. Estas solicitudes requieren pruebas sólidas y pueden prolongar el proceso.