La migración italiana dejó una huella profunda en la historia económica, social, cultural y periodística de República Dominicana, especialmente desde finales del siglo XIX, cuando cientos de migrantes provenientes del sur de Italia se establecieron en distintas regiones del país.
Así lo explicó el historiador Edwin Espinal durante su participación en el programa Migrantes, conducido por la periodista Millizen Uribe y transmitido por Telesistema Canal 11, donde ofreció un análisis detallado sobre las causas, características y aportes de esta migración.
“La migración italiana fue una migración de sacrificio, de trabajo”, afirmó Espinal, al destacar el perfil de quienes llegaron al país.

Según el historiador, la mayoría de los migrantes provenían de la cuenca del mar Tirreno, especialmente de zonas rurales del sur de Italia empobrecidas tras la unificación del país en 1870.
“Se trataba de una migración fundamentalmente masculina, campesina, que partía desde poblados no vinculados a grandes centros urbanos”, explicó.
Muchos de estos migrantes llegaron a República Dominicana como destino alternativo o de rebote, tras no poder establecerse en Estados Unidos, Argentina o Brasil.
“Se dio el caso de migrantes que iban a Estados Unidos, que se situaban en el puerto de Santo Domingo o en Puerto Plata y decidían establecerse aquí”, relató.

Una vez en el país, comenzaron como polleros ambulantes, oficio que compartían con otros grupos migrantes como árabes, sirios y libaneses.
“Ese va a ser un primer escalón social en el cual ellos comienzan a escalar hasta que se ubican en el comercio importador y exportador en ciudades claves portuarias”, señaló Espinal.
A diferencia de otros colectivos, los italianos se integraron rápidamente a la sociedad dominicana. “No se vinculan creando clubes sociales para compartir entre ellos, sino que se adaptan directamente a la sociedad”, dijo.

Además, destacó que “los italianos cazan con dominicanos”, lo que facilitó una integración menos traumática que la de otros grupos migrantes.
Entre sus aportes más destacados, Espinal mencionó la introducción de productos como quesos, aceites y embutidos que enriquecieron la gastronomía local. También resaltó su influencia en la arquitectura, con obras como Altos de Chavón, diseñado por el italiano Roberto Coppa, y su legado político.
Huellas Italianas
“En la política tenemos tres presidentes de señas vegetalianas: Vicini Burgos, Vicini y Rolando Aguayo”, recordó.

Uno de los aportes más notables al periodismo dominicano proviene de Arturo Joaquín Pellerano Alfau, hijo de inmigrantes italianos que llegaron al país en 1849.
Listín Diario
Nacido en Santo Domingo en 1864, Pellerano Alfau fundó el periódico Listín Diario el 1 de agosto de 1889, convirtiéndose en el patriarca de una influyente familia de periodistas y empresarios de medios.
“Desde su mesa de trabajo y su máquina de escribir, impulsó el diarismo y defendió con firmeza la democracia y la libertad de prensa en la República Dominicana”, destacó Espinal.
Apellidos como Vicini y Rainieri, Caffaro, descendientes de aquellos primeros migrantes, se han convertido en referentes empresariales y turísticos del país.
“Los Vicini son el grupo empresarial más importante de República Dominicana. En el caso de los Rainieri, mantienen la tradición hostelera que fundó el bisabuelo Isidoro Rainieri en Puerto Plata”, concluyó.