A la hoguera por bailar, ser pelirroja o llegar a la menopausia: los juicios reales por brujería se volvieron novela


Anya Bergman y su novela "Las brujas de Vardo", bien documentada.
Anya Bergman y su novela “Las brujas de Vardo”, bien documentada.

Las brujas de Vardø es una novela histórica de la escritora inglesa Anya Bergman, que nos trasporta al siglo XVII en el inhóspito y helado nordeste de Noruega, más precisamente en la isla de Vardø, provincia de Finnmark. Inspirándose en los terribles hechos reales de la caza de brujas que tuvieron lugar en la isla de Vardø entre 1662 y 1663, la autora nos sumerge en un relato fascinante donde se oponen la superstición, la misoginia y el abuso de poder frente a la fortaleza del espíritu humano y la lucha por la supervivencia. Es posible enmarcarlo dentro de un subgénero de la novela histórica con matices feministas,que resalta las capacidades y la fuerza de la mujer para subsistir en un mundo gobernado por hombres.

El libro se destaca por su mezcla de ficción histórica y elementos sobrenaturales. Las fuerzas de la naturaleza, en sus formas mineral, vegetal y animal parecen estar munidas de espíritu propio, gracias al cual luchan por rebelarse contra el ambiente opresivo creado por los hombres.

"Las brujas de Vardo"; la novela de Anya Bergman.
“Las brujas de Vardo”; la novela de Anya Bergman.

Además, muchas de las mujeres acusadas se identificaban con el pueblo Sami, al que se le atribuían conexiones sobrenaturales con la tierra y con sus ancestros, costumbres que divergían de los mandatos de la Iglesia protestante. La misma consideraba paganos a los pueblos nómades que mantenían sus propias costumbres y creencias, siendo este una de las motivaciones religiosas y políticas subyacentes, por el que estas mujeres eran perseguidas.

Corre el año 1662 en la remota isla de Vardø. Allí seguimos la historia de la afligida esposa de un pescador, Zigri, quien se embarca en una aventura amorosa con el hijo casado de un rico comerciante. Zigri es acusada de fornicar con el diablo y prontamente encarcelada en la fortaleza de Vardøhus para ser juzgada. Testimoniamos el juicio a Zigri a través de los ojos de su hija mayor, Ingeborg.

La joven está decidida a rescatar a su madre y se dispone a hacerlo, poniéndose a sí misma y a su hermana menor en riesgo. La acompaña Maren, la hija de una mujer que en el pasado había sido ejecutada en la hoguera por brujería, quien insta a Ingeborg a confiar en el poder de las mujeres para resistir las acciones de los hombres y parece capaz de aprovechar las fuerzas de la naturaleza de manera que ésta las ayude a tener éxito en el rescate.

Aunque algo extensa, la trama, que se desarrolla a lo largo de 498 páginas, divididas en cinco partes y 55 capítulos, atrapa al lector a través de su prosa evocadora y detallada. Su narrativa se desenvuelve con un ritmo pausado pero constante, con largas descripciones que ralentizan el devenir de la acción pero que, al mismo tiempo, sumergen al lector en la Noruega del siglo XVII.

La narración comprende dos historias contadas en capítulos alternos desde dos puntos de vista diferentes. Ambos ponen de relieve los peligros muy reales de ser mujer en una sociedad patriarcal en la que los hombres controlaban todas las facetas de la vida de la mujer, restringiéndola a la servidumbre doméstica y sexual.

Brujas siendo quemadas en la hoguera. (Imagen Ilustrativa)
Brujas siendo quemadas en la hoguera. (Imagen Ilustrativa)

Anna Rhodius, una de las acusadas, había sido hija de un médico y una talentosa curandera, pero también la amante del rey de Dinamarca. El rey la desterró a Vardø cuando Anna alcanzó la edad de la menopausia. Para lograr volver a su tierra natal, Anna está dispuesta a traicionar a otras mujeres, acusándolas de brujería.

Ingeborg Sigvaldsdatter es la hija adolescente de Zigri, una mujer acusada de brujería luego de descubrirse su aventura amorosa con un comerciante local. Acompañada por Maren, otra adolescente cuya madre ya había sido condenada como bruja, Ingeborg hace un largo y peligroso viaje a Vardø para tratar de rescatar a su madre que ha sido encarcelada en la fortaleza del gobernador.

La historia de Anna se cuenta en primera persona en una serie de cartas que dirige al rey de Dinamarca y Noruega, en las que le suplica que le permita regresar. La de Ingeborg está escrita en tercera persona y tiene una visión más amplia, mostrando cómo su vida se vio alterada para siempre cuando su padre pescador y su hermano naufragaron en el mar, dejando atrás a una esposa y dos hijas que se vieron sumidas en el hambre y las dificultades para subsistir. Aunque Ingebor y Anna actúan como las narradoras principales, es a través de Maren y los samis que se exploran los elementos sobrenaturales de la novela, propios del Realismo Mágico.

Las dos líneas argumentales se intercalan con cuentos populares noruegos, incluidos los del pueblo sami. Son fábulas con una gran dosis de poesía y lenguaje metafórico.

El texto abunda en imágenes sensoriales, -auditivas, visuales, táctiles-, así como en sinestesias. También podemos encontrar un sinnúmero de metáforas. A continuación, algunos ejemplos.

“Había luna llena y la luz plateada se derramaba a mi alrededor. La aldea detrás del puerto estaba silenciosa y oscura”. (Metáfora e Imagen Visual y Auditiva)

“El frío ártico me escocía en las mejillas”. (Imagen Táctil)

“Aún podía oler el mar frío en ellas, y poseían una cierta oleosidad desagradable.” (Sinestesia e Imagen Sensorial)

Vardo, Noruega, en la actualidad, (Grosby)
Vardo, Noruega, en la actualidad, (Grosby)

“El océano estaba lleno de maldad pagana en estas regiones septentrionales.” (Metáfora e Hipérbole)

“…pasillos de madera lustrada, ventanas enrejadas con herrajes delicados, alfombras de Oriente, candelabros de plata y chimeneas encendidas en todas las habitaciones para acoger a cualquier visitante imprevisto.” (Figura de descripción con enumeración).

“La mayoría de los días rompía, molía y espolvoreaba un poquito del azúcar sobre las jugosas entrañas de un limón.” (Personificación)

“Caí de rodillas ante el castillo desolado; los cuervos negros revoloteaban en lo alto y se burlaban de mí. No quería levantarme nunca más.” (Personificación)

“Hambre. El agujero dentro de ella le roía las entrañas comouna rata y el dolor era punzante.” (Elipsis, Metáfora, Comparación e Imagen Sensorial)

También se pueden hallar varias menciones a las supersticiones y pensamiento mágico de la época. “Me dijiste que habría más brujas; que las madres entregaban a sus hijas al diablo. No pude olvidar esas palabras, pues la idea de que una madre pudiera sacrificar a su hija al Señor de la Oscuridad me resultaba espantoso.”

“Me has enviado a una región repleta de paganos salvajes y brujería oscura.”

“Kirsten estaba muy débil y el color de su cabello -tan rojo como el de su madre- era su aspecto más vivo, pues el resto parecía estar desvaneciéndose como las nieves invernales.” El color rojo del cabello en una mujer era asociado con poderes mágicos y brujería. En la segunda parte de la oración, encontramos una comparación entre el color del cabello y un elemento de la naturaleza, como son “las nieves invernales”, metáfora que remite al color blanco.

La intención de la escritora parece ser la de arrojar luz sobre un capítulo oscuro y poco explorado de la historia universal, destacando las injusticias y persecuciones sufridas por aquellas mujeres acusadas de brujería bajo los cargos más banales, que podían consistir en el simple hecho de danzar, preparar remedios caseros a base de hierbas, ser pelirroja o alcanzar la edad de la menopausia. Eran acusadas de alterar los fenómenos meteorológicos a voluntad, como provocar una tormenta para hacer naufragar un barco navegado por pescadores o enviar plagas a sitios determinados como forma de venganza.

“Las brujas utilizan las cáscaras para navegar por el mar -señaló su madre-. Provocan tormentas y hacen naufragar los barcos.”

Brujería. Un estigma sobre las mujeres. (Wikimedia)
Brujería. Un estigma sobre las mujeres. (Wikimedia)

“Al parecer, Liren Sand había usado su magia de las tormentas y había ahogado a comerciantes de Bergen mientras surcaban el mar de Varanger. Además, Liren Sand había maldecido al reino de Dinamarca con la plaga que había provocado la muerte de muchas almas inocentes.”

Las acusaciones incluían la de invocar al demonio y actuar bajo su influencia mientras que los inhumanos castigos consistían en el encierro y la tortura, seguidos de crueles formas de muerte como dejarlas flotando en las aguas heladas del Mar del Norte para constatar la inmersión de sus cuerpos y, en caso de no suceder lo esperado, quemarlas vivas en la hoguera.

Anya vivía en Bergen, Noruega, cuando se topó con la historia real de los juicios por brujería de Finnmark. Allí tuvo acceso a transcripciones reales de testimonios en el juicio mientras escribía el libro, que fueron invaluables para proporcionar una visión real de las injusticias que enfrentaban las mujeres en esa época.

“Establecí una muy buena relación con la profesora Liv Helene Willumsen, quien publicó un libro sobre los juicios de brujas de Finnmark. Había revisado los facsímiles de todos los juicios originales, que todavía existen, para que pudiera leer lo que dijeron en el juicio, las palabras reales de las mujeres.” Afirmó Anya Bergman en una entrevista con Marjorie Brennan para el Irish Examiner el 10 de febrero de 2023.

“Si miras a toda Europa, hay muchas razones diferentes por las que estos juicios ocurrieron en diferentes lugares, desde razones económicas, religiosas y de búsqueda de chivos expiatorios, hasta una discusión con un vecino, pero creo que en el centro de todas ellas está la misoginia, uno de los prejuicios más antiguos de todos los tiempos.”

La autora también ha querido explorar la discriminación contra las mujeres menopáusicas. Anna Rhodius ha sido enviada a Vardø sólo por causa de su edad avanzada. “Como mujer menopáusica, eso es algo muy cercano a mi corazón… Las mujeres de nuestra época reciben esta diatriba de ‘bruja’… Es muy difícil encontrar una representación no estereotipada de una mujer menopáusica. O son malas, están locas o están tristes.”

En otro tramo de la entrevista, afirma que le gusta saber cuánto hay de realidad y cuánto de invención en una novela histórica, por ello agregó al final de su libro una sección especial que explica cuánto de histórico y cuanto de ficcional podemos hallar en el texto, incluyendo la lista completa de mujeres que han sido juzgadas por brujería en Finnmark en el siglo XVII.

Hoy día existe un monumento en Steilneset en memoria de las 135 mujeres juzgadas, de las cuales 91 fueron ejecutadas, la mayoría en la hoguera. Se trata de una colaboración entre la escultora francesa Louise Bourgeois y el arquitecto suizo Peter Zumthor. Consta de una sala conmemorativa de 125 metros y una silla en llamas.

Aunque nació en Londres, de madre irlandesa, Anya Bergman decidió residir en Irlanda a finales de 2002. Se interesó por los juicios de brujas de Vardø y las historias folclóricas escandinavas durante su estadía de seis años en Noruega. Le encantaron sus historias y recorrió varias veces los lugares reales, donde se encuentran algunos restos de la fortaleza donde las víctimas fueron encerradas.

Actualmente está realizando un doctorado de la Universidad Napier de Edimburgo, Escocia, donde también da conferencias y ofrece tutorías de su especialidad. Las Brujas de Vardø se convirtió en su primera novela, pero ya está trabajando en un segundo libro inspirado en los irlandeses que participaron de la Revolución. El título provisorio de esta segunda novela es La tarotista de Versalles.





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