De madrugada, vestido con una camisa de cuadros y escoltado por tres militares, Abraham Oseguera Cervantes alias Don Rodo ha vuelto a pisar la calle tras nueve días encarcelado. El hermano de Nemesio Oseguera El Mencho —el narcotraficante más buscado por México y Estados Unidos, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el grupo criminal más poderoso del país junto con el Cártel de Sinaloa— ha salido de la prisión de máxima seguridad del Altiplano a la 1.00 de este martes. El juez federal Rogelio León Díaz Villarreal consideró que “su forma de detención resultó contradictoria a lo expuesto por la autoridad en su Informe Policial” y ordenó su liberación después de no encontrar suficientes pruebas para vincularlo a proceso.
Don Rodo fue recogido por un vehículo durante la noche del lunes al martes y abandonó la prisión, en el Estado de México. Las reacciones a la polémica liberación del hermano del capo de más alto perfil del país no se han hecho esperar. El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, ha asegurado durante La Mañanera que el caso “se trata de un asunto de Estado que podría afectar gravemente el prestigio de las instituciones en México”. López Obrador ha dedicado un tramo de su conferencia diaria de prensa para exponer a Díaz Villarreal, durante la presentación del informe Cero Impunidad por parte del subsecretario de Seguridad, Luis Rodríguez Bucio, donde se ha calificado al magistrado como un “juez que favorece a presuntos delincuentes”.
La Fiscalía General de la República (FGR) ha anunciado que recurrirá la decisión judicial y llevará ante los tribunales a las “autoridades policiacas locales” de Autlán, Jalisco, el municipio en el que fue capturado Oseguera Cervantes, por una presunta colaboración con el CJNG. Según el Ministerio Público, los policías de Autlán denunciaron en la Fiscalía estatal a los agentes que detuvieron a Don Rodo en el operativo, miembros de la Guardia Nacional y el Ejército, “evidenciando con ello la colusión y la complicidad de las autoridades policiacas locales, que llegaron al extremo de comprometer a sus propios directivos de esa corporación municipal, entre ellos, al subdirector de la misma”.
“Esa conducta cómplice y encubridora se ratificó cuando dichos elementos de la policía municipal fueron presentados como testigos por la defensa del acusado, en la audiencia de vinculación correspondiente (…) todo ello ha generado una evidente conducta judicial y de autoridades diversas que le dieron ventajas indebidas al acusado”, denunció la FGR en un comunicado publicado horas antes de la liberación de Oseguera Cervantes.
Un día después de la detención, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) publicó un comunicado en el que calificaba a Don Rodo como “uno de los principales coordinadores de las operaciones logísticas y financieras, dedicado al lavado de dinero y encargado del tráfico y venta de drogas para la organización delictiva de la entidad en donde fue detenido [CJNG] y a la que presuntamente pertenece (…) En virtud de que Abraham “N” es considerado en su estructura como uno de los principales operadores logísticos, financieros y generadores de violencia, esta acción representa un golpe contundente en contra de una de las organizaciones delictivas del país”.
El arresto
Las autoridades llevaban tiempo tras la pista de Don Rodo. Lo que la FGR ha calificado como una “investigación por delitos graves de alto impacto”. De acuerdo con el relato del Ministerio Público, los agentes habían identificado una casa como la base de las “actividades delictivas” del hermano del Mencho. En cuatro ocasiones, las fuerzas de seguridad solicitaron a “diversos jueces de control” de Ciudad de México órdenes de cateo. Todas fueron denegadas, siempre según la FGR.
Frustrados por lo que consideraron falta de colaboración del Poder Judicial, los agentes de la Guardia Nacional siguieron vigilando la vivienda sospechosa. Hasta que, de acuerdo con su relato, en la madrugada del 21 de abril fueron testigos de la llegada de tres personas armadas y “en actitud beligerante”, quienes “los amagaron y se introdujeron a tal domicilio, cerrando la puerta”. Los militares “se vieron obligados a dar seguimiento a dichas personas en el interior inmueble, en debido cumplimiento de su obligación legal de perseguir un hecho delictivo evidentemente flagrante”, dice la FGR.
Un operativo del Ejército y la Guardia Nacional con ayuda del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y la FGR capturó a Don Rodo, a quien presuntamente encontraron con dos armas de fuego (un “arma larga carabina de asalto calibre 5.56 x 45 y un arma corta calibre .9 milímetros”), munición, 38 gramos de cocaína, más de 2.000 pastillas de fentanilo y 255 pastillas de fluoprofentanil, de acuerdo con la FGR.
El juez Díaz Villarreal calificó la detención como legal, pero durante el procedimiento judicial Don Rodo pidió una extensión de varios días. Sus abogados presentaron entonces “una serie de videos fragmentados, sin secuencia cronológica y sin documentación técnica, que les diera credibilidad y certeza”, dice la FGR. Para el juez, fueron pruebas que desmontaron el primer relato policial: uno de los videos, por ejemplo, muestra que, cuando los agentes llegaron a la casa en cuestión no encontraron a los presuntos tres hombres armados y beligerantes: no había nadie en la puerta. Tampoco encontraron las huellas de Don Rodo en las armas incautadas.
“Dichas pruebas no habían sido puestas a disposición del Ministerio Público por un lapso de varios días, y con ello impidiendo con ello su valoración y dictaminación pericial respectiva, ya que se obtuvieron tan solo dos horas antes de la reanudación de la audiencia”, se defendió la FGR, en el punto de mira también por el relato que presentó en un primer momento.
El Mencho es el objetivo número uno. El Departamento de Justicia de Estados Unidos ofrece hasta 10 millones de dólares por pistas que ayuden a atrapar al criminal más buscado por EE UU desde hace años. El cerco se ha estrechado sobre él en los últimos años, con las detenciones de varios de sus familiares. Su hermano Antonio, apodado Tony Montana por el protagonista de Scarface, fue capturado en diciembre de 2022. Su esposa, Rosalinda González, fue arrestada un año antes. Ahora, la liberación de Don Rodo y la intención de la FGR de recurrir la decisión abre un nuevo capítulo en la batalla entre las autoridades mexicanas y el Mencho.
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