El padre de Taylor Swift ha sido acusado de atacar a un fotógrafo que trató de acercarse a la cantante mientras paseaba camuflada bajo un paraguas por un muelle de Sídney alrededor de las dos de la madrugada del pasado martes. Un portavoz de la policía de Nueva Gales del Sur ha confirmado al portal E! News que un hombre de 71 años -Scott- presuntamente agredió a un hombre de 51 años -el paparazzi en cuestión- que ha denunciado el incidente.
Los agentes han puesto en marcha una investigación para determinar qué ocurrió exactamente, aunque se ha confirmado que la supuesta víctima no requirió tratamiento médico.
Un portavoz de Taylor ha asegurado que los fotógrafos se abalanzaron sobre la artista en cuanto puso un pie en el muelle tras bajarse del barco donde había estado celebrando el final del tramo australiano de su gira. Según su versión de los hechos, dos individuos en concreto se abrieron paso de forma muy agresiva hacia Taylor, agarraron a su personal de seguridad y amenazaron con tirar al agua a una empleada.
La otra versión afirma que Scott utilizó su paraguas para bloquear la visión de los fotógrafos, golpeando las cámaras con bastante violencia, y acabó abalanzándose sobre ellos. El paparazzi insiste en que no hizo nada para provocar al padre de Taylor y que aun así recibió un golpe en el rostro.
Según ha salido a la luz, se trata del mismo paparazzi contra el que Nicole Kidman obtuvo una orden de alejamiento en enero de 2005 después de que se encontrara un dispositivo de escucha en su propiedad de Sídney. En aquel momento, un juez ordenó al hombre y a otro colaborador habitual suyo que se mantuviera alejado de la actriz y de su casa después de que ella afirmara que le hicieron temer por su seguridad y sentirse como una prisionera en su casa.