Alito Moreno busca hacerse con el control de PRI hasta 2032



El fantasma de la reelección en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha salido de las sombras. El próximo domingo 7 de julio, la 24 Asamblea Nacional del histórico partido discutirá y votará casi como mero trámite, las reformas a los estatutos que permiten a Alejandro Alito Moreno y a Carolina Viggiano reelegirse consecutivamente como presidente y secretaria, respectivamente, hasta por tres periodos más, es decir hasta 2032. Los acuerdos y la redacción de las modificaciones les han llevado solo un día a los priistas, después de los escandalosos resultados electorales del 2 de junio que profundizaron la crisis del partido. La noche del miércoles, después de unas ocho horas de trabajo, cerraron las cuatro mesas de dictamen. Con 99 votos de los 100 consejeros en la mesa de Estatutos, presidida por Gaspar Quintal, se aprobaron los cambios para que la presidencia y la secretaria general del partido, así como las dirigencias locales puedan reelegirse.

De acuerdo con la redacción, se modifica el artículo 178 de los estatutos del Revolucionario Institucional para eliminar la prohibición de reelección de las dirigencias a nivel nacional, estatal y municipal. Los priistas, todos afines a Moreno, han sustentado los cambios en que “el funcionario tenga un vínculo más estrecho con la militancia y una mayor profesionalización en su encomienda”, siempre que cuente con los votos suficientes para ello. Añaden que esto retribuye en “una mejor rendición de cuentas y fomenta las relaciones de confianza entre los integrantes de un mismo partido”.

En la exposición de motivos también refieren que “en diversos países del mundo y de América Latina, la elección consecutiva de las dirigencias de los partidos políticos es una práctica común que ha demostrado ser efectiva en la gestión partidaria”. Los priistas han ejemplificado con las prácticas partidistas en Alemania, donde los partidos políticos como la Unión Demócrata Cristiana, —partido al que pertenece la exdirigente Angela Merkel— y el Partido Socialdemócrata de Alemania, permiten la elección consecutiva de sus líderes, lo que dicen, ha permitido “la implementación de políticas coherentes y una estabilidad en la dirección del partido”.

El dictamen será sometido a votación como mero trámite, dicen las voces críticas a Moreno, que adelantaron sobre sus planes de reelección. Su afirmación se sustenta en que el dirigente goza del respaldo absoluto de todos los integrantes de los órganos de dirección. La reforma, cuyo contenido permaneció en secreto hasta la noche de este miércoles, establece que quienes ostenten la presidencia y la secretaría general de los comités de dirección a nivel nacional y estatal durarán cuatro años en su cargo, y podrán reelegirse hasta completar tres periodos consecutivos. Para los comités municipales y alcaldías en Ciudad de México el puesto tiene vigencia de tres años y podrán ser electos hasta por dos periodos consecutivos.

La redacción de los estatutos vigentes establece que los titulares de la presidencia y la secretaría general nacional y estatales durarán en su función cuatro años, mientras que quienes encabecen los comités municipales y alcaldías en la capital del país durarán en su cargo tres años. En ninguno de los casos tienen posibilidad de reelección. Con ello, Alito Moreno, que inició su Administración en 2019 y extendió un año más su mandato hasta 2024 —debido a la elección de 2 de junio— podrá reelegirse dos periodos más, lo que lo podrá perpetuar en la dirigencia hasta 2032. El requisito es que goce de la lealtad de la militancia que él mismo ha depurado para que solo tengan voz y voto quienes lo respaldan. La salida y la expulsión de priistas ha sido una constante en los últimos tiempos.

En los artículos transitorios han dejado claro que los efectos de las reformas tendrán efecto para los actuales titulares de la presidencia y la secretaría general de los comités: nacional, estatal y municipal, quienes “podrán participar en el proceso de renovación inmediato”. Para rematar los argumentos sobre la idoneidad de las reformas estatutarias, en el documento de 55 páginas refieren que “es una medida necesaria e importante para la modernización y fortalecimiento del partido”, adicionalmente, “con esta reforma, el PRI se posiciona mejor para enfrentar los desafíos presentes y futuros, reafirmando su compromiso con la democracia, la transparencia y el bienestar de México”. Además de ello, como parte de los acuerdos, el partido alista su separación de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), su aliada histórica.

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