Arrestado El Cindy, presunto líder del cártel de Tláhuac



El secretario de Seguridad de Ciudad de México, Pablo Vázquez, ha anunciado este miércoles la detención de Carlos Mendoza, alias El Cindy, presunto líder de una mafia venida a menos del sur oriente de la capital, el Cartel de Tláhuac, antaño símbolo del empuje del crimen organizado en la ciudad. La caída de El Cindy ocurre apenas dos semanas después de la detención de Eduardo Ramírez, alias El Chori, presunto cabecilla de la principal mafia chilanga, la Unión Tepito.

Vázquez ha dado detalles de la detención, ocurrida el martes por la noche en la alcaldía de Xochimilco, vecina de Tláhuac, zonas de clase media baja de la ciudad. “Agentes que realizaban patrullajes de vigilancia en camino real a San Mateo, lugar donde se había ubicado un posible punto de venta de narcóticos, vieron a un hombre que conducía de manera errática. Le dieron alcance y vieron que portaba un arma larga. Durante la inspección del vehículo, encontraron además 187 dosis de cocaína, 108 dosis de marihuana, 50 de cristal, y cartuchos”, ha explicado Vázquez. Era El Cindy.

El jefe policial ha señalado que Mendoza tenía antecedentes, los más antiguos de 2007, por “delitos contra la salud, posesión de arma de fuego y robo agravado”. Vázquez no ha explicado si el detenido había estado en prisión por alguno de estos delitos o si los procesos iniciados en su contra por ellos han terminado en sentencia. La Fiscalía de Ciudad de México, que se encarga de dar seguimiento a los procesos penales, no se ha referido a la detención de El Cindy. Vázquez ha dicho que “labores de inteligencia señalan que el detenido es uno de los posibles líderes de un grupo delictivo, probable responsable de la logística de diversas actividades ilícitas en el sur oriente de Ciudad de México, y posible promotor de diversos eventos violentos ocurridos en meses recientes en dichos territorios”.

Se cierra así un nuevo capítulo para el Cartel de Tláhuac, que ya sufrió la detención de su último líder importante, Luis Felipe Pérez, alias El Felipillo, en 2019. De cualquier manera, El Felipillo nunca llegó a alcanzar el poder que tuvo su padre, Felipe de Jesús Pérez, alias El Ojos, líder del grupo criminal, hasta su muerte, en 2017, en un operativo en que intervino incluso la Secretaría de Marina. Entonces, las hordas de El Ojos, compuestas por un largo ejército de mototaxistas, bloquearon avenidas y mostraron una realidad que las autoridades habían negado: el crimen organizado existía en la capital y era fuerte.

Parece que la situación ha cambiado con los años. El crimen organizado permea la actividad de la capital, pero las autoridades señalan que su tamaño y capacidad no son tan importantes como lo fueron, ni se parecen a las que tienen en otros estados del país. Es posible que así sea, pero lo cierto es que hay grupos que han demostrado poderío y capacidad organizativa estos tiempos, caso del grupo ligado al cartel de Sinaloa que se enfrentó a balazos con policías en el sur de la ciudad, hace dos años; o el atentado contra el exjefe de policía, Omar Garcia Harfuch, en Paseo de la Reforma, en 2020.

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