La primera vez que Checo Pérez corrió por Shanghái fue hace 13 años. Por aquella época, no tan lejana para algunos, el mexicano apenas disputaba su tercer Gran Premio de la Fórmula 1. Era un novato total. La carrera de 2011 terminó con un decimoséptimo lugar, en el sótano de la parrilla. Venía de un accidente en Malasia donde su auto quedó inservible. En 2024, es todo un señor al frente del volante al mostrar en el asfalto su experiencia. Tras 10 intentos, el mexicano ha subido de forma inédita en su trayectoria en el podio de China tras finalizar tercero detrás del infatigable Max Verstappen y Lando Norris. El de Guadalajara suma así su trofeo 39.
Primero comenzó con un susto cuando en la clasificación para la carrera sprint quedó en el sexto lugar debido a la lluvia. Eso poco importó porque en la sprint, la primera del año, el mexicano se lució para alcanzar el tercer lugar. Y vaya modos. Checo Pérez batalló con Carlos Sainz y este peleaba a todo galope con Fernando Alonso. En las últimas vueltas, el mexicano hizo patente el sello del buen conductor mexicano que, cuando ve un hueco, puede colarse para avanzar en el tráfico. Así le birló dos lugares a sus rivales. Una jugada maestra. En la ronda de clasificación exprimió el potencial del RB20 para alcanzar la segunda plaza.
La largada, sin embargo, fue un momento crucial cuando Fernando Alonso se lanzó como torpedo para arrebatarle la posición al mexicano. El de Guadalajara, con la máquina casi perfecta del Red Bull, pudo recuperar su lugar en la quinta vuelta cuando el español no pudo evitar su avance. Así, Pérez pagó la deuda de arrancar mal en China. Lo que tocó para el mexicano fue ampliar la distancia con respecto al tercer lugar. Los cambios de neumáticos ocurrieron en la vuelta 14 cuando desde el garaje de la bebida energética pidiesen que sus dos pilotos mudaran de llantas. Eso le quitó algunos segundos valiosos a Pérez. Y quedó demostrado cuando, diez vueltas después, se impuso un safety car tras un incidente del monoplaza de Valtteri Bottas. El mexicano tuvo que pelear con Leclerc y Norris. Cuando la carrera comenzaba de nuevo, varios choques entre Ricciardo-Stroll y Magnussen-Tsunoda provocaron un segundo coche de seguridad.
El segundo relanzamiento supuso un grave reto para el mexicano porque tenía que superar a un Leclerc que no dejaba ni un centímetro libre al mexicano. Fue hasta el giro 39 cuando Pérez pudo más que el monegasco con otro brillante adelantamiento. El que seguía era un Norris al que la estrategia le ayudó para mantener el segundo lugar con una distancia de más de cuatro segundos frente a Checo Pérez. La duda entre los aficionados mexicanos queda en qué hubiese pasado si en los cambios de neumáticos, Pérez no hubiese entrado justo detrás de Verstappen, algo que le hizo perder segundos clave.
Pérez logró su mejor participación en el circuito chino donde ya fue octavo (2019), decimosegundo (2018), noveno (2014 y 2017), undécimo (2012, 2013, 2015 y 2016) y decimoséptimo (2011). El podio conseguido este domingo le vuelve a estar en la delantera de candidatos para ocupar el asiento de Red Bull para 2025. El mexicano, sin embargo, ambiciona con un contrato de dos años o más para tener mayor estabilidad. La última palabra sigue rondando en el garaje del búfalo rojo mientras el mexicano se afianza en el segundo lugar del campeonato, detrás de Verstappen.
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