Durante este martes, habitantes de la ciudad de California en Estados Unidos, se encontraron con la desconcertante noticia de que una de las cadenas de comida rápida más prominentes del país cerró sus puertas, al menos para el área de comedores.
La situación se vivió específicamente en Oakland, California, donde la empresa Taco Bell anunció que cerraría las puertas de sus comedores a consecuencia de la creciente delincuencia en el estado de California, que también ha afectado considerablemente las finanzas de esta cadena de comida rápida.
Cuatro de los cinco establecimientos de Taco Bell en la ciudad de Oakland tomaron esta determinación. Pero la medida va más allá de cerrar los comedores, sino que también eliminaron el pago en efectivo de los pedidos, al tiempo que limitaron el uso de los establecimientos a solo autoservicio.
Según comentó la empresa, esta medida ocurre como una forma para proteger tanto a los clientes de la cadena de comida, como a los trabajadores que operan en la misma, debido a la alta tasa de inseguridad, cuya realidad resulta desalentadora no solamente para los propietarios y trabajadores de los establecimientos, sino también para el público en general.
