Los alrededores de la Ciudadela de Laferrière, la fortaleza más grande del continente, lucen desangelados. Desde hace unos años, la violencia en Haití ha disuadido al turismo internacional de visitar este monumento histórico, Patrimonio de la Humanidad. Un caso similar se vive en las playas de Labadee, anteriormente concurridas por cruceros. En medio de los enfrentamientos entre pandillas en Puerto Príncipe, la empresa Royal Caribbean anunció el mes pasado una suspensión de los viajes a la bahía.
La crisis política que atraviesa el país ha llevado a varias naciones a poner a Haití en listados de destinos no recomendados para visitar, dañando la economía que dependía de estos viajes. La capital del país también se ha visto afectada al ser excluida de rutas de transporte marítimas y aéreas.
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