El tema del aborto fue el primero de la segunda parte del debate, y la primera en expresar su opinión fue Nikki Haley, quien dijo que debía “ser honesta” con los votantes y aseguró que impulsar una prohibición total de la interrupción voluntaria del embarazo a nivel federal no está en su agenda porque los republicanos no tienen los votos en el Congreso.
Pence, DeSantis, Burgum y Scott también se sumaron al tema y todos ratificaron su posición “pro-vida”, aunque ninguno se comprometió a impulsar una prohibición a nivel federal del aborto. Al respecto, Burgum dijo: “Lo que va a funcionar en Nueva York nunca va a funcionar en Dakota del Norte”.