Los charales han estado presentes en la alimentación en México desde tiempos ancestrales, pues se sabe que desde la época precolombina han jugado un papel importante en nuestra alimentación. Pero si nunca los has preparado, hoy sabrás cómo limpiar charales fácilmente con esta guía paso a paso.
Estos pescados son una fuente invaluable de nutrientes, incluyendo calcio, potasio, fósforo, sodio, hierro, magnesio, yodo, niacina y vitaminas C, E, B y A. Estos elementos son esenciales para el desarrollo del sistema nervioso, especialmente en los niños. Además, contienen proteínas de alto valor biológico, pocas grasas, nada de hidratos de carbono y una gran cantidad de aceites omega 3, beneficiosos para la salud cardiovascular.
Su carne magra y de fácil digestión la convierte en una excelente opción para personas que buscan perder peso o que se encuentran en recuperación, expresó la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca.
También es una gran fuente de calcio, pues tan solo en 30 gramos de charal fresco hay 708 miligramos de calcio, de tal forma tiene la mayor concentración de calcio de un producto animal disponible, sólo superado por los acociles, o langostas de río, indicó la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
Una de las herencias culinarias de México son los charales que se consumen desde la época prehispánica. / Foto: Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca
Cómo limpiar charales fácilmente
De nombre científico Chirostoma, los charales actualmente es muy común saborearlos frescos o secos, en tamales o mextlalpique, fritos con huevo, en salsa verde con nopales, en mole o en tortitas, así como también pueden disfrutarse empanizados o dorados con sal y chile.
A continuación, te revelamos cómo limpiar charales fácilmente desde tu casa para que puedas saborearlos esta Cuaresma:
- El primer paso es obtener charales secos frescos. Asegúrate de que no emitan olores desagradables y de que estén secos pero no deshidratados.
- Coloca los charales en un recipiente con suficiente agua y déjalos en remojo durante unos 20 minutos. Este proceso ablandará la suciedad y los residuos, facilitando su eliminación.
- Después de remojarlos, retira las cabezas y cualquier impureza visible, procurando no dañar los huesos y mantener el cuerpo del cuerpo del pez.
- Una vez eliminadas todas las impurezas, enjuaga los charales bajo agua corriente para eliminar cualquier residuo que persista.
- Utiliza una toalla de papel o un paño limpio para secar los charales, asegurándote de que estén listos para su preparación.
Recuerda que limpiar charales secos puede ser un proceso complicado y que requiere paciencia y tiempo, pero los resultados valen la pena a la hora de prepararlos y así podrás disfrutar de esta delicia mexicana.
Los charales se pueden saborear frescos o secos, en tamales o mextlalpique, fritos con huevo, así como también pueden disfrutarse empanizados o dorados con sal y chile. Foto: Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural
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