IBOCA: ¿Cómo funciona la alerta por mala calidad del aire en Bogotá y cuándo se activa cada fase?


Bogotá cumple una semana inmersa en aire contaminado. El 12 de abril, la Secretaría de Ambiente decretó la primera fase de la alerta por contaminación atmosférica en la capital, la cuarta que se dispara en la ciudad en 2024. Asentada a 2.625 metros sobre el nivel del mar, la cuarta capital más alta del mundo es asediada principalmente por dos clases de contaminantes del aire: el ozono y las partículas suspendidas. Mientras que el ozono se origina a partir de la reacción de gases emitidos por vehículos y por la industria cuando entran en contacto con la luz solar, las partículas suspendidas, una mezcla de compuestos microscópicos que flotan en el aire y son perjudiciales para la salud, tienen su origen en la quema de material orgánico, provocada tanto por la actividad humana como por los incendios forestales, o por el polvo y similares. Las partículas suspendidas se clasifican en dos, de acuerdo con su tamaño: las que alcanzan menos de 10 micras de diámetro (PM₁₀) , y las partículas finas, inferiores a las 2,5 micras (PM₂,₅).

La alerta, que continúa activa para la zona suroccidental de la ciudad, tiene su origen en una combinación entre el polvo del Sahara y la alta concentración de PM₁₀ y PM₂,₅, provocadas por los incendios forestales en la Orinoquía y Venezuela. Las partículas suspendidas son reconocidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como los contaminantes atmosféricos más preocupantes para la salud pública. La evidencia científica disponible revela que las partículas finas no solo pueden filtrarse a los pulmones y provocar síntomas a corto plazo de exposición como la irritación de ojos, nariz y garganta; también pueden alcanzar el torrente sanguíneo y agravar enfermedades cardiovasculares y respiratorias, especialmente en la población más vulnerable, como menores y adultos mayores, además de quienes presentan alguna enfermedad preexistente.

¿Cómo funciona el índice de calidad del aire en Bogotá?

En la capital, el Índice Bogotano de Calidad del Aire y Riesgo en salud (IBOCA) es el instrumento oficial para evaluar los contaminantes presentes en el aire y el riesgo asociado a su exposición. Gracias a 19 estaciones repartidas en la capital, el índice monitorea los contaminantes criterio, un grupo de gases y partículas estándar que funcionan a nivel mundial como indicadores globales de la calidad del aire.

Creado en 2015 y reformado por última vez en 2023, el IBOCA estandariza los niveles de concentración de cuatro gases contaminantes (ozono, monóxido de carbono, bióxido de azufre, bióxido de nitrógeno) y dos tipos de partículas suspendidas (PM₁₀ y PM₂,₅) en una clasificación que va de 0 a 500, donde 0 significa un nivel de riesgo bajo que no exige acción alguna, y 500 supone el nivel más alto de peligro e implica acciones de emergencia.

Los niveles de actuación y respuesta gubernamental también están contenidos en el índice IBOCA. El primer escalón, entre 0 y 50 puntos, se define como riesgo bajo y se identifica con el color verde. Un peldaño más arriba, los valores entre 50 y 100 revelan un nivel de riesgo moderado (amarillo). No es hasta el tercer estadio, cuando la calidad del aire se sitúa entre 101 y 150 puntos, cuando se activa la primera fase de alerta (naranja), seguida de otra fase crítica (roja) que se alcanza si la concentración de contaminantes o partículas alcanza el intervalo entre 151 y 200 puntos. El peor escenario, que se activa con cualquier valor igual o superior a 201, se identifica con el morado y supone un alto riesgo a la salud.

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El Índice Bogotano de Calidad del Aire y Riesgo en Salud (IBOCA).
El Índice Bogotano de Calidad del Aire y Riesgo en Salud (IBOCA).Secretaría Distrital de Ambiente

Fase 1

La primera fase de alerta implica una restricción a la circulación de vehículos particulares y motos, además de limitar tanto a los vehículos de transporte de carga de modelo superior a diez años como la operación de calderas y otros equipos que funcionan con combustibles sólidos y líquidos.

Fase 2

La segunda fase de alerta recrudece las medidas de la primera, aumentando los horarios de restricción vehicular y sacando de circulación a los vehículos de carga de modelo superior a cinco años. La declaratoria de alerta en cualquier fase puede ser tanto zonal como a nivel de ciudad. Una alerta regional se dispara cuando más del 50% de las estaciones ubicadas en cualquiera de las cuatro zonas definidas por el IBOCA (centro oriente, sur oriente, suroccidente y noroccidente) presentan concentraciones en un nivel alto; mientras que la alerta a nivel ciudad se activa bajo el mismo criterio, pero tomando en cuenta el total de estaciones instaladas en Bogotá.

Emergencia

La fase más crítica se activa cuando la concentración de contaminantes supera el umbral de los 200 puntos del IBOCA e implica una calidad del aire que resulta peligrosa para la salud. En caso de alcanzar este nivel, una situación hasta ahora inédita, el Gobierno deberá prohibir toda clase de vehículos, excepto aquellos destinados a atender emergencias, además de restringir a las industrias y toda fuente fija de emisiones, incluyendo las quemas controladas.

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