Inteligencia Artificial y Agenda2030: desafíos, mejoras y oportunidades



La presidencia de Chile en el Consejo Económico y Social (ECOSOC), uno de los principales órganos de las Naciones Unidas, coincide con un momento crucial en la evolución tecnológica: la inteligencia artificial está cambiando el mundo que conocemos, remodelando industrias, transformando el trabajo y ofreciendo nuevas oportunidades para abordar los desafíos globales que enfrentamos.

Por ello, como órgano realizamos la reunión especial Aprovechando la Inteligencia Artificial (IA) para los Objetivos de Desarrollo Sostenible, celebrada el 7 de mayo en Naciones Unidas, en donde se estableció un punto de partida crucial para abordar, no solo el potencial transformador de la IA en el desarrollo sostenible, sino también los marcos éticos necesarios para maximizar sus beneficios de manera equitativa y responsable.

En la región, nuestro país ha emergido como un líder en esta materia. Esto se refleja en la medición llamada Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial (ILIA), que tras un análisis en 2023, indicó que dentro del rango de países latinoamericanos, Chile es el país mejor posicionado (CENIA, 2023). Asimismo, desde la publicación de nuestra primera Política Nacional de IA en 2021, se han logrado avances significativos en infraestructura para datos, capital humano avanzado, investigación y conectividad.

Este interés en el plano nacional está alineado con la visión de nuestra presidencia del ECOSOC, caracterizada por un enfoque hacia el futuro y orientada a soluciones innovadoras. Esto se ilustra vívidamente a través de nuestras dos reuniones especiales: una en Santiago, en enero pasado, sobre el futuro del trabajo, y la próxima que realizaremos el 7 de mayo sobre el uso de la IA para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030.

A medida que avanzamos en la implementación los ODS, que son 17 objetivos globales, interconectados, y diseñados para lograr un futuro mejor y más sostenible, ha sido posible también comprender y aprovechar el potencial de la IA a favor de ellos. Esta ofrece oportunidades sin precedentes para acelerar el progreso hacia los ODS al mejorar la eficiencia, la innovación y la toma de decisiones en diversos ámbitos; desde la atención médica y la educación, hasta la conservación ambiental y la reducción de la pobreza.

La IA promete desbloquear barreras y ofrecer nuevas soluciones y caminos para el desarrollo sostenible. Sin embargo, esto requiere una cuidadosa consideración de sus implicaciones sociales, económicas y ambientales. Por supuesto hay preocupaciones como el sesgo algorítmico, la privacidad de los datos y la pérdida de empleos, entre otros asuntos relevantes. Esto subraya la necesidad de marcos éticos y responsables de gobernanza de la IA que prioricen los derechos humanos, la equidad y la sostenibilidad.

Por otro lado, es crucial reconocer que la adopción generalizada de la IA en los esfuerzos de desarrollo sostenible también podría exacerbar las desigualdades existentes si no se acompañan de salvaguardias e intervenciones apropiadas. Existe el riesgo de que estas tecnologías inteligentes puedan ampliar la brecha digital, ya que el acceso a herramientas y recursos impulsados por estas pueden distribuirse de manera desigual entre poblaciones, regiones y entre países.

En esa línea, hay que destacar también que la subrepresentación de algunas regiones del mundo en el desarrollo de la IA crea un ciclo vicioso de sesgo informativo, ya que los modelos globales de IA dependen, en gran medida, de los datos que los nutren. Existe un desbalance en el origen de los datos; hay ciertas zonas del mundo cuyo aporte es marginal en esta materia. Asimismo, al contar con datos limitados sobre ciertas zonas del mundo, especialmente del sur global, estos modelos carecen del contexto para reproducir sus respectivas realidades

El sesgo de género en este ámbito también se presenta como un riesgo que debe ser atendido. Para hacer frente a esto, es crucial que las mujeres participen activamente en el desarrollo de la IA reflejando necesidades y visiones particulares. Este punto subraya la necesidad de cerrar la brecha digital y garantizar una participación equitativa en los campos de STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Esto será fundamental para que el desarrollo de la IA sea verdaderamente representativo.

Sin dudas, la IA puede ser un activo en el camino hacia el cumplimiento de la Agenda 2030, siempre y cuando se aborde a través de enfoques éticos, centrados en el ser humano, inclusivos y equitativos para la gobernanza de la IA, asegurando que sus beneficios se compartan entre todos y que los grupos vulnerables no queden rezagados en la consecución de los ODS.

En este contexto, es un avance para la región y el mundo que la Reunión Especial del ECOSOC Aprovechando la Inteligencia Artificial para los Objetivos de Desarrollo Sostenible se centrara en cómo la IA puede ser un facilitador de inclusión y equidad, reduciendo las disparidades en el acceso a recursos y oportunidades. Además, en la instancia se exploraron mecanismos para mitigar posibles impactos sociales y ambientales negativos de la IA, así como estrategias para asegurar que se respeten los derechos humanos fundamentales en su desarrollo y aplicación.

Si bien el tema de la IA se está discutiendo actualmente en diversos foros multilaterales, esta reunión especial del ECOSOC fue la primera oportunidad en que este órgano principal exploró la intersección entre la IA y los ODS, proporcionando un espacio valioso para compartir experiencias y perspectivas de diversas regiones sobre cómo la tecnología inteligente puede ser utilizada de manera efectiva y ética para impulsar el progreso hacia metas sostenibles.

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