Javier Milei ha viajado a Estados Unidos por cuarta vez desde que fue elegido presidente de Argentina a finales de 2024. Ninguna de ellas, tampoco la de este lunes, ha sido para reunirse con su homólogo estadounidense, Joe Biden. Su último viaje al corazón del capitalismo mundial tiene un objetivo económico: dar a conocer su programa de Gobierno y atraer capitales extranjeros a Argentina. Este lunes, en la conferencia global del Instituto Milken, Milei pidió a los grandes empresarios reunidos en Los Ángeles, que apuesten por Argentina para transformarla en “la nueva Roma del siglo XXI”. Milei les aseguró que “la Argentina tiene todas las condiciones para ser la nueva meca de Occidente”.
Varias exposiciones internacionales de Milei, desde la primera en el Foro de Davos, han puesto los focos sobre este economista de 53 años que llama “héroes” a los empresarios y los arenga a combatir el socialismo en pleno siglo XXI. Este lunes, el tono enérgico de Milei en el Instituto Milken volvió a atraer todas las miradas sobre él con un discurso muy similar a los anteriores. Según la visión del presidente argentino, Argentina se ha empobrecido debido a décadas de políticas populistas y pro Estado que él ha frenado en seco con un recorte del gasto público inédito. Ahora, subraya el presidente, el país lo tiene todo dado para iniciar un proceso de convergencia económica que lo coloque a la par de las grandes potencias del mundo con altas tasas de crecimiento.
Las palabras son por ahora insuficientes para convencer a los empresarios. Invertir en Argentina es arriesgado: el país ostenta hoy la mayor inflación mundial (288% interanual) y arrastra un abultado historial de cese de pagos y de incumplimiento de contratos. Los inversores quieren hechos: leyes que den seguridad jurídica, beneficios impositivos y libre movimiento de capitales. Exigen, además, garantías de que se mantendrán por un tiempo lo suficientemente largo como para rentabilizar el capital invertido. Es decir, que no serán eliminados por el próximo gobierno en un nuevo péndulo del rumbo económico del país.
Esas ideas son la columna vertebral de la ley de reforma del Estado de Milei, que avanza hacia su aprobación legislativa tras cinco meses en el poder. La Cámara de Diputados le dio luz verde la semana pasada y ahora comienza a debatirse en el Senado. De obtener también un resultado favorable, Milei tendrá facultades extraordinarias durante un año para privatizar empresas públicas, cerrar organismos estatales, flexibilizar las leyes laborales y dar 30 años de beneficios impositivos a las grandes empresas. Centrado en sostener el timón de la economía, Milei delega en su equipo las negociaciones con la oposición.
Elogios a Musk
Milei tiene en agenda reuniones con empresarios en Estados Unidos. La más esperada es que la mantendrá este lunes con el multimillonario Elon Musk por segunda vez en un mes. El mandatario argentino lo alienta para que esté entre los pioneros en invertir bajo su presidencia. “No quiero dejar de celebrar el esfuerzo de mi amigo Elon Musk por pisar Marte”, dijo durante su discurso en el Instituto Milken sobre el fundador de Space X. “La exploración espacial está a la altura de nuestro destino como especie exploradora, demasiado grande para estar confinados a este planeta”, agregó.
Al igual que en Davos, Milei volvió a advertir que Occidente está en riesgo e instó a los líderes internacionales a seguir su camino. “Miro a la Argentina con todos los cambios que estamos emprendiendo y veo que estamos a contramano del mundo”, dijo a un auditorio dominado por inversores y empresarios. “Mientras Occidente gira hacia el control y hacia la imposición, la Argentina gira hacia la confianza de sus ciudadanos en el ejercicio de su libertad. Mientras Occidente gira hacia el chamanismo económico y hacia formatos insostenibles de heterodoxia que ponen en peligro el futuro de todos, la Argentina vuelve al sendero de la razón, a las ideas del sentido común”, continuó el mandatario argentino.
El presidente argentino aspira a jugar un rol importante en la arena internacional y sus numerosos viajes al exterior —Suiza, Estados Unidos, Israel, Italia y El Vaticano— contrastan con los escasos realizados a las provincias del interior de Argentina: sólo ha visitado cinco de las 23 que tiene Argentina y en una de ellas, Tierra del Fuego, hizo un viaje relámpago para reunirse con la comandante del Comando Sur del Ejército estadounidense, Laura Richardson, y anunciar la construcción de una base naval conjunta.
Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS América y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la región.