“El estado de Texas dice que va a llevar a la gente hasta México. Los va a dejar en México. Y si la gente en ese momento se rechaza, dice ‘no quiero ser deportado bajo la ley de Texas’, Texas dice, bueno, vamos a condenarlo a 20 años en la cárcel”, explicó David Donatti, abogado de la ACLU del estado, afuera de la audiencia del 15 de febrero.