La reforma a la salud revive en una nueva versión



La reforma a la salud del presidente Gustavo Petro recobra posibilidades de materializarse a través de una nueva y diferente versión. Luego de que el Senado le negara sus planes de modificar el modelo vigente, el jefe de Estado mueve sus fichas y revela un as bajo la manga que le da vida a sus pretensiones. Un borrador de reforma redactado con el apoyo de la mayoría de las Entidades Promotoras de Salud (EPS), las responsables de afiliar y asegurar que se preste el servicio a la población colombiana, plantea cambios sustanciales al sistema, pero sin ir tan lejos como anteriormente quería el Gobierno. Con esta reducción de sus ambiciones, el primer mandatario responde a las multitudinarias movilizaciones en su contra que se llevaron a cabo el pasado 21 de abril, en las que la salud fue un tema recurrente entre los manifestantes.

El primer texto que conoció el Congreso estaba compuesto por 124 artículos, mientras que el nuevo boceto, revelado la noche de este miércoles, tiene solo 47. Los canales oficiales del Gobierno difundieron la noticia. “Hemos trabajado sobre una propuesta y acordado aspectos relacionados con la transformación de las EPS en Gestoras de Salud y Vida: su nuevo rol, responsabilidades, interacción con otros actores y competencias. Hoy de forma satisfactoria aportamos al país una propuesta que refleja una transformación concertada”, se lee en un comunicado de prensa que cuenta con la firma de ocho de las principales EPS del país. Como era previsible, Sanitas, que cuenta con 5,1 millones de afiliados y fue recientemente intervenida por la Superintendencia de Salud, no firmó el documento y continuará con las acciones legales que anunció en contra del Gobierno.

El principal ajuste es que con esta nueva versión las EPS seguirán funcionando. Si bien se mantiene su cambio de nombre a “gestoras de salud y vida”, como ha propuesto el Gobierno, y pierden la función de administrar directamente el dinero de la salud, se mantiene la otra que es central a su existencia: la de gestionar el riesgo en salud. Eso significa que seguirán contratando con clínicas, laboratorios y otros prestadores de servicios, que competirán entre sí y que deberán asegurarse de que el dinero para la salud alcance, aunque ya no lo guarden en sus cuentas. Así, se profundizaría el llamado giro directo, los pagos que hace directamente la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (ADRES) a las clínicas sin pasar por las cuentas de las EPS; pero se mantendrá la lógica de que solo se desembolse en los momentos y por los montos que las gestoras de salud y vida lo soliciten.

El acuerdo tomó por sorpresa a muchos, a pesar de que desde la Casa de Nariño se venían dando algunas señales. Un desayuno organizado dos semanas antes en Cartagena por la omnipresente Laura Sarabia, directora del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República (DAPRE), con representantes de 6 de las más de 20 EPS del país, se saldó con una señal de concordia. “Hemos avanzado muchísimo en querer transformarnos en gestoras de salud y vida [figura que contempla el nuevo proyecto]. También en que la reforma a la salud avance. Hemos precisado cuáles serán las funciones que tendremos nosotros”, dijo a la salida Galo Viana, cabeza de Gestarsalud. Sin embargo, parecía faltar un buen trecho. “Queremos decirle al país que la discusión debe seguir abierta. Ahora, esperamos que participen pacientes, partidos políticos, asociaciones y prestadores”, remató el médico.

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