Larga vida al Nuyorican Poets Café: tras 50 años de poesía callejera y activismo cierra para tomar impulso


Como dijo Gabriel Celaya “la poesía es un arma cargada de futuro” y en el caso del Slam Poetry, el movimiento que impulsó el estadounidense Marc Kelly Smith en Chicago a finales de los años 80, aún más. Se trata de una apasionada competición de poesía oral, que tiene especial énfasis en asuntos políticos y está creada para ser recitada delante de una audiencia. Se valora especialmente tanto la originalidad como la entrega y autenticidad, que es lo que propicia la conexión emocional con el público, quien dictamina el ganador de cada evento.

En Nueva York, el epicentro de este movimiento poético y social ha estado siempre en el Nuyorican Poets Café, situado en el Lower East Side de Manhattan. Un lugar emblemático creado como punto de encuentro para que los artistas hispanos, que en muchas instancias han sido considerados una población marginal, se empoderaran expresándose creativa y libremente. El pasado octubre fue un mes histórico por dos razones: celebró su 50 aniversario y cerró sus puertas temporalmente para ser reformado por primera vez desde su apertura. Una fiesta donde se mezclaba el júbilo por la comunidad que ha creado a lo largo de medio siglo, con la tristeza por los tres años que tardará en volver a abrirse.

Una presentación de la obra 'Gethsemane Park' en el café.
Una presentación de la obra ‘Gethsemane Park’ en el café.Hiroyuki Ito (Getty Images)

El Nuyorican Poets Café cierra por una buena causa y cuenta con un apoyo muy generoso, lo que pone de manifiesto el valor del legado cultural y la impronta que tiene en la ciudad. El Ayuntamiento de Nueva York ha invertido 24 millones de dólares para renovar el edificio entero (que tiene más de 100 años), añadir un ascensor, un jardín y habilitar sus cinco plantas (de las que solo se usaban dos), lo que permitirá una mayor capacidad de aforo en las performances, así como la creación de espacios para impartir talleres educativos. La cuantiosa inversión hace que se cree aún más expectación ante la reapertura, prevista para la primavera del 2026.

El nombre “Nuyorican” deviene de una invención de uno de los cofundadores del local, el poeta Miguel Algarín (1941-2020), con el que se refirió al nuevo idioma que hablaban en la calle los inmigrantes puertorriqueños que, como él, llegaron a Nueva York y empezaron a mezclar frases y palabras. Fue Algarín quien, desde principio de los 70, empezó a invitar a artistas a su casa para recitar y hacer performances hasta que necesitaron de un lugar más grande por falta de aforo. Con ayuda de Miguel Piñero, Bimbo Rivas y Lucky Cienfuegos consiguieron crear un espacio abierto al público. Abogaban por una poesía menos elitista y academicista, una poesía callejera, donde palpitaran temas concernientes a los latinos y caribeños, una poesía que tuviera ritmo y un mensaje que transmitir.

Miguel Algarín en 2005.
Miguel Algarín en 2005.Bebeto Matthews (AP)

Hay un par de cortos documentales que cuentan la historia del centro. El Nuyoricans Poets Café, que data de 1995 y está dirigido y producido por Ray Santisteban, y uno más reciente, Once upon a time in NuyoRico, dirigido por Steven Luna, que refleja los cambios hasta la actualidad y el impacto que ha tenido en la comunidad. Y es que esta poesía oral, activista, de denuncia, que mezcla la jerga local y el spanglish, tiene el poder de mantener vivos idiomas en riesgo de desaparecer y de devolver la dignidad y el poder de las personas a través de las palabras, utilizadas como escudo y como armas. De esta forma, el Nuyorican Poets Café no solo se refiere a un lugar físico sino también a un movimiento activista, en el que en la actualidad destacan poetas como Willie Perdomo, Flaco Navaja, Bonafide Rojas, Mariposa Fernández y Caridad de la Luz, conocida como “La Bruja”, que dirige el centro desde el 2022.

De la Luz es una de las artistas más representativas del spoken word actual, ganadora de un Emmy en el 2022 como guionista de un segmento cultural dentro del canal de televisión ABC, titulado Legacy of Puerto Rican Poetry (El legado de la poesía puertorriqueña). Natural del Bronx, “La Bruja” ha sido declarada “una leyenda viva” de este condado de Nueva York. Para ella, dirigir el centro es un honor porque fue allí donde empezó su andadura como poeta, hace 28 años y, aunque formaba parte de la junta directiva del centro, fue una sorpresa que la pusieran al frente.

Pese a que en la actualidad el edificio está cerrado debido a las reformas, la directora del centro enfatiza, mediante videoconferencia, que el calendario del Nuyorican Poets Café sigue vivo e imparable a través de la programación continua de eventos poéticos a lo largo de la ciudad, como consta en su página web. De la Luz ha utilizado contactos personales y profesionales para conectar las instituciones culturales relevantes para la comunidad puertorriqueña en Nueva York, como el Loisaida Center, el Centro de Estudios Puertorriqueños (que pertenece a CUNY) o el Puerto Rican Traveling Theater, donde se celebra la final de Slam Poetry el último viernes de cada mes.

Pero lo más importante es que el famoso Slam Poetry sigue teniendo lugar semanalmente, cada lunes de siete a nueve de la noche, en otro local sagrado para la poesía en la ciudad: el Bowery Poetry Club, fundado por Bob Holman, que fue quien introdujo el Slam Poetry en Nueva York y concretamente al Nuyorican en 1988. “El Bowery Poetry Club y el Nuyorican son hermanos”, destaca De la Luz. El Nuyorican siempre será el lugar de referencia para la diáspora hispana interesada en la movilización social a través de la poesía.



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