Luz Elena González, una economista especializada en finanzas y medio ambiente al frente de la Secretaría de Energía



La próxima presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha elegido a alguien de su entera confianza, con más de dos décadas de trabajo mano a mano, para llevar las riendas de la política energética del país. Lejos de elegir un perfil técnico en hidrocarburos o electricidad, la próxima inquilina de Palacio Nacional ha nombrado a Luz María González Escobar, una economista especializada en temas fiscales y medioambientales, como próxima secretaria de Energía. La funcionaria, oriunda de Tabasco, pasará de gestionar las finanzas del Gobierno de Ciudad de México a reconducir las finanzas de dos paraestatales claves, Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) al tiempo que apuntala la agenda de refinación y transición energética que ya ha esbozado Sheinbaum.

Hija del doctor, político y escritor tabasqueño Gonzalo Jesús González, Luz Elena González Escobar egresó de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en 1999 con la tesis La producción pesquera mexicana: un análisis de sustentabilidad. Desde ese primer momento se esbozó su interés en los temas de medio ambiente y sustentabilidad, con los que comenzó en la administración pública en el año 2000, cuando Andrés Manuel López Obrador era jefe de Gobierno de la capital y Sheinbaum, titular de la Secretaría de Medio Ambiente. Durante tres años, la economista coordinó la integración de políticas medioambientales.

En 2003, López Obrador la nombró directora de la Red de Transporte de Pasajeros, cargo en el que estaría hasta 2006 y después, ya cuando Marcelo Ebrard era jefe de gobierno de Ciudad de México, estuvo al frente del Fideicomiso de Recuperación Crediticia, función que desempeñó de 2007 a 2008. Luego, de 2010 a 2013, fue coordinadora general de Desarrollo Educativo y Pedagógico, de la Secretaría de Educación de la capital.

Una vez desempeñado este último cargo, pasó a las filas del sector privado como asesora de Fármacos Darovi, una firma de almacenamiento, distribución y comercialización de medicamentos. Sin embargo, en 2018 una vez que Sheinbaum resultó ganadora como jefa de Gobierno de la capital, la sumó a su equipo al frente de la Secretaría de Finanzas, un cargo que ejerció hasta hace unas semanas, cuando presentó su renuncia a Martí Batres.

González Escobar cuenta con una maestría en Derecho por la Universidad Tecnológica, con una especialidad en Derecho Fiscal y un máster en Urbanismo por la Universidad de Cataluña. Además, es egresada del programa de estudios avanzados Leadership for Environment and Development del Colegio de México y tiene un diplomado en desarrollo sustentable por la Universidad Iberoamericana y diversos estudios en Administración Pública.

En materia pública, lleva al menos 20 años en distintos cargos locales. A lo largo de su carrera pública ha participado en programas de movilidad sostenible como las rutas de transporte con gas natural y vehículos interconectados a la red eléctrica, además de los sistemas Cable Bus y Tren Suburbano que conectan al centro de la ciudad con la periferia.

Aunque los expertos en el sector energético barajaban nombres más técnicos para la dirección de Energía como el académico Jorge Islas o perfiles más políticos como Lázaro Cárdenas Batel -nieto del presidente mexicano Lázaro Cárdenas, promotor de la expropiación petrolera— Sheinbaum terminó optando por una especialista en finanzas y temas medioambientales de su entera confianza.

Luis Miguel Labardini, experto en temas energéticos, apunta que la cartera de Energía es parte del grupo político más cercano de la próxima titular del Ejecutivo, un garante de que la agenda energética de Sheinbaum será ejecutada por González Escobar. “Lo más significativo es que es cercana a Claudia Sheinbaum, y no tanto al entorno del presidente López Obrador, y en este caso se trata de alguien que hizo carrera en la Administración Pública, al lado de la próxima presidenta”, zanja.

El analista energético Ramsés Pech confía en que la nueva secretaria contará con la autonomía para abogar por los proyectos de inversión que el sector requiere urgentemente, como son la renovación de las líneas de transmisión eléctrica así como un reordenamiento en el desembolso de proyectos como la refinería Dos Bocas, en Tabasco.

Tras una carrera profesional de más de dos décadas, González Escobar ha recibido este jueves su mayor encargo dentro de la Administración Pública: la Secretaría de Energía y recibe la estafeta de quien hace más de 20 años fuese su jefa, Sheinbaum: “Nos ayudó mucho en el Gobierno de la Ciudad de México como secretaria de Finanzas, que es un tema importante en la coordinación con la Secretaría de Energía, con Pemex y CFE y ayudó a la coordinación del proyecto de paneles fotovoltaicos en la central de abasto”, declaró en el anuncio de su nombramiento la presidenta electa este jueves.

A partir de octubre próximo, la economista experta en finanzas deberá redoblar su pericia para sanear las finanzas de la petrolera más endeudada del mundo, Pemex, así como hacer eficiente y modernizar a una Comisión Federal de Electricidad acosada por los recientes apagones. El futuro de las dos paraestatales claves del Gobierno y la ambiciosa agenda de transición energética que pretende echar a andar Sheinbaum está en sus manos.

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