Salud mental en las mujeres: baja autoestima desataría problemas mentales

La autoestima juega un papel crucial en la salud mental de las mujeres, puesto que influye directamente en cómo se enfrentan a los desafíos diarios y en su bienestar general. Incluso, afecta a la manera como las mujeres se valoran y se perciben a sí mismas, por lo que puede llegar a tener repercusiones significativas en su salud psicológica.

El amor propio y la autoconfianza se asocian con una mejor capacidad para manejar el estrés y las adversidades, lo que reduce la vulnerabilidad a trastornos mentales como la depresión y la ansiedad. Por esta razón, los expertos destacan que las mujeres con una autoestima positiva suelen mostrarse más seguras al mundo, lo que es fundamental para combatir la presión social.

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Por otro lado, tener una percepción negativa sobre si misma puede representar un factor riesgoso para el desarrollo de condiciones mentales desfavorables. Esta situación puede llevar a un ciclo de pensamientos negativos, inseguridades y comparaciones constantes con otras personas, afectando la capacidad que tienen para establecer relaciones sanas y satisfactorias.

“Culturalmente, el género femenino es mucho más sensible y requiere más aceptación de su entorno social, lo que genera, de manera positiva, una autoaceptación. Por otra parte, si nos estamos enfrentando a mensajes negativos de ese entorno social, esto puede repercutir negativamente frente a la percepción que tengan estas personas de su imagen o esta autoestima”, explicó la doctora Paola Lozano, médica y cirujano con maestría en medicina alternativa y vocera médica de Laboratorios Heel Colombia.

La experta destaca que, cuando alguien tiene la autoestima baja, frecuentemente siente que no es capaz de hacer nada, que no merece ser feliz, que no se merecen nada en la vida, lo cual es una entrada directa en un trastorno depresivo.

“La incertidumbre en el cuerpo humano y el desgaste mental, al pensar que percepción tiene la sociedad de uno mismo, se traduce en estrés y depresión”, por lo que es fundamental fomentar la autoestima desde una edad temprana para el desarrollo de una buena salud mental.

Para crear seguridad en las niñas se debe promover un ambiente positivo que refuerce el valor propio y la aceptación, así como el acceso a recursos educativos y de apoyo emocional que empoderen a las mujeres en diversos aspectos de su vida.

“Cuando estamos hablando negativamente hacia nosotros mismos estamos generando una producción interna de sustancias que van a reforzar ese mensaje negativo que tenemos; por otro lado, si empezamos a hacer tareas que nos empiecen a optimizar y a ver de manera positiva todo esto estas ideas que tenemos internamente, vamos a generar una autoestima y una actitud positiva frente a la situación que estemos enfrentándonos en la vida”, comentó Lozano.

• Si está acostumbrada a centrar la atención en sus defectos, debe pensar en aspectos positivos que los contrarrestan. Como ejercicio, puede anotar tres cosas de su vida que le hagan feliz, tome unos minutos en la mañana para reflexionar sobre esto y verá el cambio sobre su percepción.
• Preservar rutinas saludables: mantener hábitos como una dieta equilibrada y ejercicio regular, contribuye al bienestar general.
• Priorizar el autocuidado: dedicar tiempo a actividades que brinden placer y relajación es esencial. Ya sea una breve pausa para meditar, leer, dar un paseo o cualquier cosa que la recargue de energía.

Es importante, cuando aparecen estos sentimientos, mirar hacia adentro, implementar límites, priorizar el autocuidado y preservar rutinas saludables, con esto logrará garantizar una experiencia enriquecedora y positiva para su salud mental.

Cuando se dejan avanzar los sentimientos negativos aparece el estrés crónico que es responsable de enfermedades tales como gastritis, dolores musculares, alteraciones en el ciclo de sueño, disfunción sexual, entre otras.

Es importante destacar que, para mejorar la autoestima y, por ende, la salud mental de las mujeres, es necesario abordar los problemas con el apoyo familiar, social y profesional. “Siempre estas situaciones deben ser acompañadas por especialistas, psicólogos, médicos y, en algunos casos, por psiquiatras que intervienen de manera oportuna para que todos los neurotransmisores y esas sustancias que se deben producir de manera adecuada estén en óptimos niveles para que tengamos una salud mental positiva”, puntualizó la experta.