Un balazo en la cabeza y tres detenidos: el caso de los surfistas, pendiente de que la familia reconozca los cadáveres


El caso de los tres surfistas desaparecidos en el norte de México se acerca a su punto final. A falta de que las familias de los tres jovenes reconozcan los cuerpos, las autoridades de Baja California dan prácticamente por hecho que los cadáveres encontrados hace unos días en un pozo, muy cerca del lugar donde se les perdió la pista la semana pasada, corresponden a los hermanos australianos Callum y Jake Robinson y el estadounidense Jack Carter Road. La fiscalía anunció este domingo que las pruebas forenses de los cadaveres encontrados revelaron que tenían una impacto de bala en la cabeza. Este detalle, junto a un tercer detenido, refuerzan la tesis principal de la investigación: los jovenes se resistieron al robo de su furgoneta y fueron asesinados.

Durante los últimos días, las autoridades habían informado que en el operativo de búsqueda se encontraron sangre y dientes cerca de la caseta de campaña donde dormían los tres surferos. El coche en el que viajaban estaba calcinado. Este domingo, la fiscal, María Elena Andrade Ramírez, dio una rueda de prensa donde esbozó cómo pudo ser el relato de los hechos. “La hipótesis preliminar es que estas personas se fueron a acampar a ese lugar (Punta San José, cerca de Ensenada). Hay evidencia de eso. Pasan los agresores en una Ford Ranger blanca, mientras estaba ahí el pick up Colorado blanco de las víctimas”.

Según la versión de la fiscal, los agresores “se acercan con el ánimo de apoderarse del pick up para quitarle las llantas y ponerlas en su carro de año más antiguo. Seguramente hubo resistencia de parte de ellos y los agresores sacaron el arma y privan de la vida al que de inicio se opuso”. Los otro dos jovenes salieron a defenderle, según la misma versión, y recibieron también un balazo en la cabeza. Después, los cadáveres fueron arrojados a un pozo con agua a unos siete kilómetros de donde se encontró la pick-up calcinada.

María Elena Andrade titular de la Fiscalía General del Estado de Baja California, durante una conferencia de prensa el jueves 2 de mayo en Ensenada (México).
María Elena Andrade titular de la Fiscalía General del Estado de Baja California, durante una conferencia de prensa el jueves 2 de mayo en Ensenada (México).
Joebeth Terríquez (EFE)

El Instituto forense (Semefo) informó también que los turistas tenían entre de cinco a siete días que habían fallecido, por lo que pudieron haber sido asesinados el último fin de semana de abril. La fecha coincide con las primeras denuncias por su desaparición. Al haber estado sumergidos en agua, los cadaveres se encuentran en un estado avanzado descomposición, pero por ciertas características físicas, como el pelo largo, y los restos de ropa todo apuntan a que se trata de ellos. Los tres cuerpos permanecen en las instalaciones del Semefo en espera de que la Fiscalía se los entregue a los familiares.

La madre de los hermanos, Debra Robinson, pidió ayuda el pasado miércoles en redes sociales para tratar de localizar a sus hijos, que habían comenzado un viaje para surfear las olas de Baja California el jueves de la semana pasada junto a su amigo Jack Carter. ”Me dirijo a cualquier persona que haya visto a mis dos hijos. No se han puesto en contacto con nosotros desde el sábado 27 de abril”, escribió en la página de Facebook Talk Baja, en la que 120.000 miembros daban recomendaciones de viajes en el Estado fronterizo con Estados Unidos.

Su hijo Callum, de 33 años, trabaja en San Francisco como jugador de Lacrose. Su hermano Jake, de 30 años, lo había visitado desde Perth, la ciudad australiana de donde ambos eran originarios. Junto a Jack Carter habían hecho las dos horas desde Estados Unidos hasta Ensenada con su Chevrolet Colorado con placas de California, con el número 70189W1, según los datos que facilito su madre. El pasado sábado, cuando desaparecieron, tenían una reserva en una vivienda vacacional de Rosarito.

La noticia tuvo una gran repercusión en Australia. Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores y Comercio había confirmado que se está prestando asistencia consular a la familia. Lo que más preocupó al amigo de uno de los jóvenes que habló para ABC Radio Perth era que los hermanos Robinson no publicaron en redes sociales después de su desaparición: “Parte de la preocupación es que han estado viajando por Estados Unidos y habían publicado con bastante regularidad sobre su viaje hasta el fin de semana”.

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