Monica Brzoska, de 32 años, y su esposo Conley de 36 decidieron tomar una complicada decisión que les ha cambiado la vida por completo. La pareja ha estado en todas partes, desde Hawái hasta Japón y todo gracias a la venta de sus bienes para ‘vivir como ricos’ viajando en cruceros.
Según la mujer, uno de los motivos que la llevó a tomar esa decisión fue la inspiración que le dio su mamá de irse a viajar por el mundo después de que su padre enfermara. “No esperes a jubilarte. Sigue tus sueños”, pensó.
Su primer crucero fue en Centroamérica: México, las paradisíacas playas de Belice y Gran Caimán. La travesía duró siete días pero parece que no fue suficiente para la pareja que decidió continuar viajando.
“Durante los siguientes cuatro años, realizamos nueve cruceros más, visitando Puerto Rico y el Canal de Panamá, Costa Rica y las Islas Turcas y Caicos , antes de que llegara el Covid”, aseguró.
La enfermedad de su padre de 68 años que necesitó un trasplante de hígado en el 2022 le llevó a su madre a incentivar e impulsar a vivir sus sueños sin esperar a jubilarse. Es por esto que la pareja decidió en el crucero siguiente continuar la travesía durante todo el 2023.
“Parece una locura, pero los números tenían sentido. Se incluirían alojamiento, comida y entretenimiento; sólo necesitamos dinero para gastar”, dijo la joven y agregó: “Si elegimos las cabinas más baratas, nuestros ahorros de la pandemia nos permitirían reservar ocho meses de crucero por 7900 libras esterlinas: algunos viajes pagados en su totalidad, otros con depósitos”.
Desde que vendieron todas sus posesiones mundanas, abandonaron la rutina diaria de 9 a 5 y se convirtieron en viajeros de tiempo completo, la decisión más difícil que los dulces marineros han tenido que enfrentar cada día es si deleitarse en las piscinas de un transatlántico o en sus spas.
Sin embargo, aunque flotar en exóticos lugares arenosos mientras el personal satisface todas sus necesidades parece un sueño, admite que la vida en el agua a veces puede ser complicada: “Por supuesto que hay desafíos”, admitió Brzoska. “Extrañamos a nuestras familias, pero sabemos que podemos volar a casa si hay una emergencia”, dijo.
Los surfistas calcularon cuidadosamente los costos antes de dar el paso. Al final han conseguido que su movimiento oceánico funcione por menos de 10.000 dólares al año.
“El alojamiento, la comida y el entretenimiento estarían incluidos; sólo necesitaríamos dinero para gastar”, dijo Brzoska.
“Obtuvimos acceso a algunas ofertas increíbles”, dijo efusivamente Brzoska. “Si elegimos las cabinas más baratas, nuestros ahorros de la pandemia nos permitirían reservar ocho meses de crucero por $9.989,19; algunos viajes se pagarían en su totalidad, otros con depósitos”.
Desde que quedaron a la deriva, los queridos aventureros han visitado docenas de países, incluidos Fiji, Japón y Grecia. En el último año, han realizado 36 cruceros consecutivos, a menudo desembarcando de una embarcación para subirse a otra en el mismo puerto.
“En nuestra vida anterior, teníamos momentos que llamábamos ‘destellos’, cuando todo parecía mágico”, dijo. “Ahora siento que toda mi vida es un destello; realmente es un sueño hecho realidad”, dijo la joven viajera.
