A tres meses del asesinato de le magistrade Jesús Ociel Baena | Opinión



Antes de escribir esta columna pensé en si era necesario o no recordarle al lector quién era le magistrade, ese contexto tan solicitado por los editores cuando escribes cualquier nota, columna o reportaje. No, el éxito de le magistrade había sido ese, en un país en el que todo se nos olvida, Jesús Ociel Baena Saucedo se había hecho memorable. El 1 de octubre de 2022, el Tribunal Electoral de Aguascalientes le tomó protesta como magistrade y se convirtió en la primera persona no binaria en llegar a una magistratura electoral en el país y en todo el continente. A partir de ahí su carisma y sus redes sociales lo convirtieron en un icono de la comunidad LGBTIQ+.

Y, como también lo recordarán, han pasado poco más de 100 días desde que le magistrade fue hallade muerte en su casa, junto a su pareja sentimental, Dorian Daniel Herrera. Estaba a un mes de cumplir 39 años (9 de diciembre). De acuerdo con las autoridades estatales, en el domicilio fueron halladas manchas de sangre en los dos pisos, así como navajas de afeitar junto a ambos cuerpos.

Solo unas horas después del hallazgo, la Fiscalía se apresuró a anunciar que las heridas pudieron haber sido causadas por ellos mismos en medio de una pelea: que Dorian mató a Jesús Ociel y después se suicidó. El ya conocido pre-juicio de un crimen pasional, cuando se trata de personas de la comunidad LGBTIQ+.

Se alzaron protestas por todo el país cuestionando esa primera hipótesis de la Fiscalía de Aguascalientes y exigiendo que el crimen fuera investigado con perspectiva de género y que se abriera una línea de investigación sobre la posibilidad de que Baena Saucedo hubiera sido asesinado por su activismo en favor de los derechos LGBTIQ+. También solicitaron que se investigue como un crimen de odio por las constantes amenazas e insultos tanto en su vida diaria como en redes sociales.

100 días después el padre de le magistrade, Juan Baena Hernández, no se da satisfecho con la hipótesis principal de la Fiscalía estatal sobre el “crimen pasional”. Así me lo dice en entrevista: “Yo en lo personal, los primeros días estuve mucho muy molesto por el giro que le dieron del crimen pasional, que fue muy pronto, que fue muy prematuro. Me inclinaba un poco más por lo de gentes homofóbicas al movimiento, ¿por qué? Porque cuando estuvo aquí, precisamente la última vez, él me comentaba que había tenido una, bueno, varias amenazas, ya él ya se había acostumbrado a que lo amenazaban constantemente, ¿verdad? Pero en esta ocasión me comentó que esa persona que lo había amenazado le había dicho cómo lo iban a hacer y qué le iba a pasar; y yo lo noté un poco más preocupado en esta ocasión que en las otras veces que me lo comentaba”.

Esta amenaza en particular hizo creer a la familia Baena Saucedo que el crimen pudo estar relacionado con la defensa de Ociel de los derechos LGBTIQ+: cuando otro miembro igualmente visible de esa comunidad, Ulises Nava, fue asesinado también en Aguascalientes, le magistrade estuvo exigiendo justicia para este caso y solicitó protección, pues temía correr con la misma suerte que su compañero, con quien estuvo en sus últimos instantes de vida.

“Él se metió tanto en investigar y en presionar para que se esclareciera, que es otro asesinato también que no se ha esclarecido. A partir de ahí se incrementaron las amenazas de las personas”.

La familia de le magistrade y sus abogados se han reunido en una ocasión con la Fiscalía del Estado de Aguascalientes. Hasta el momento se mantiene la carpeta de investigación abierta y tres meses después y a pesar de la importancia mediática del caso, la Fiscalía no ha podido entregarles algo tan básico como la información de los teléfonos celulares ni de la computadora de le magistrade, ¿por qué? Solicité una entrevista a las autoridades estatales para conocer el estatus de la investigación a 100 días de los hechos, pero su director de Comunicación Social, Oscar Arredondo me dijo que “se acordó con la familia de los implicados que ya no se darían declaraciones”, y que a ellos se les estaría informando del caso. Este presunto arreglo, al menos con la familia de le magistrade, no existe, de acuerdo con el señor Juan Baena. La Fiscalía se niega a hablar sobre el caso e informar de los avances en la investigación, porque parecería que no hay ninguno. Como en tantos casos más, la familia de le magistrade navega en la incertidumbre.

La vida de la familia Baena Saucedo sin duda ha cambiado en estos tres meses. Hay cautela, hay dolor; se echa de menos a Jesús Ociel especialmente en las fiestas familiares, a las que siempre acudía o hacía una videollamada, hacía presencia de alguna forma y, según su papá, era el alma de la fiesta. Así lo recuerdan los suyos, y la forma en que don Juan quisiera que le magistrade fuera recordado por todos, como una persona sin miedo: “Mi hijo debería haber tenido toda la vestimenta de un guerrero, de un guerrero mexicano porque me imagino todos los desprecios que sufría de la gente que no comulgaba con él, ¿verdad? Nunca, nunca se dio por vencido, al contrario: siempre luchó y luchó y luchó por conseguir lo que él quería. Pues no logró al final llegar a la meta porque se la truncaron, pero yo estoy seguro que él hubiera llegado fácil a lo que él se había trazado. Y pues a mí me gustaría que fuera recordado como eso: como una persona sin miedo, a enfrentar cualquier situación. Un guerrero por sus convicciones. Para mí él era una persona férrea, una persona fuerte. Nada lo atemorizaba. Mi hijo fue un guerrero y quisiera que lo recordaran como eso”.

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