El fallecimiento de Nicandro Díaz asoma a la persona que fue a través de las anécdotas que comparten quienes lo conocieron en su faceta humana dentro y fuera del plano profesional. Andrea Legarreta es una de las celebridades afectadas por la muerte del productor, un hombre del que recuerda su atención con ella en un momento doloroso y crítico de su vida.
Durante los primeros cuatro días de enero de 2003 la conductora y actriz vivió una etapa de ensueño para sus propósitos. Era la protagonista de ¡Vivan los niños!, remake de la exitosa telenovela Carrusel que estaba por cumplir seis meses al aire y en lo privado estaba feliz por esperar su primer hijo junto al cantante Erik Rubín, con quien contrajo matrimonio en el 2000.
Pero el quinto día fue terrible cuando su alegría se transformó en una profunda tristeza. Legarreta acudió a su consulta ginecológica de rutina para evaluar el latido del corazón de su bebé y tras una revisión, los médicos le informaron que su embarazo no era viable. Pidió saber el sexo de su hijo, notificándosele que era varón. Perdió al niño.
Andrea se derrumbó, se vino abajo. Su dolor se convirtió en una profunda depresión que le impedía tener mente y sentidos para algo más que no fuera su hijo. Entonces Nicandro Díaz, productor de ¡Vivan los niños!, le dijo que no se preocupara por volver a las grabaciones, que se tomara todo el tiempo que necesitara y le indicara de qué manera podía ayudarla.
“En las grabaciones de ¡Vivan los niños! quedé embarazada por primera vez y después perdimos al bebé y él fue tan cálido, tan cercano. Cuando regresé del tiempo que me dio después de eso, aún sabiendo el tiempo que teníamos encima al aire… (…) Bueno, también con lo de mi mamá, con situaciones difícilmente que me han pasado últimamente, él siempre (estuvo) cerca”, contó la actriz a la prensa tras enterarse del fallecimiento de Díaz.
El respaldo de Díaz en esos instantes fue vital para Legarreta, que derramó lágrimas al confirmar la noticia de su partida este 18 de marzo tras sufrir un accidente en una moto acuática en Cozumel.
Además de perder a su bebé, Legarreta también lidió con una crisis matrimonial con Rubín. En ese periodo de tiempo el cantante tuvo una recaída en el alcoholismo, enfermedad que había combatido con anterioridad.
Fue el propio Rubín quien se sinceró sobre los estragos de su adicción al alcohol, que lo llevó a no estar junto a su esposa cuando debió afrontar sola el aborto. Fue un episodio decisivo para que decidiera recuperarse y enfocarse en su familia.
“Andrea y yo habíamos estado buscando un bebé, nos tardamos cinco años buscando. Y en esta ocasión, yo había dejado de beber, y se embarazó y dentro de este embarazo, yo volví a recaer, y precisamente, esta recaída que tuve, al día siguiente teníamos que ir al doctor a ver cómo estaba el bebé y yo no llegué porque yo estaba de fiesta; no pude acompañarla al doctor, y cuando estaba en mi casa todo crudo, sintiéndome horrible, porque además me desaparecí, ella llegó a contarme que había perdido al bebé”, narró el cantautor a Yordi Rosado en su canal de YouTube en mayo de 2023.
Allí juró no volver a beber una sola gota de alcohol ni a consumir sustancias tóxicas. En tanto, Díaz tenía noción de que la protagonista de su telenovela no solamente vivía el trance traumático de perder un hijo sino que además padecía la recaída alcohólica de su marido. Por eso le dijo que se tomara todo el tiempo posible para reincorporarse a las grabaciones y que le precisara cómo podía echarle la mano.
Ya lo había hecho desde que la buscó para darle el protagónico de ¡Vivan los niños! y confió en ella para ser el sostén de la telenovela. Agradecida con él por esa oportunidad brindada y comprometida con el proyecto, Legarreta cobró fuerzas físicas, anímicas y mentales para retornar a los foros. Allí ya la esperaban sus chicos:
“Cuando regresé, todos los niños, los alumnos, que además para mí siempre fueron un gran regalo, ellos me estaban esperando todos con un abrazo de grupo”, recordó.
Andrea Legarreta concluyó la telenovela con una herida abierta que tardó años en sanar, aunque con una mortificación menos tras la decisión y promesa de Rubín de no recaer nunca más. “Cuando te propones algo y luchas por conseguir ese sueño, se puede alcanzar con trabajo, con amor por lo que haces”, es el aprendizaje que la conductora y actriz rescata de Nicandro Díaz, un productor que le enseñó a soñar y materializar los sueños.