Así es la señal de auxilio que salvó a Majo Robles y que nació en la pandemia para detectar la violencia machista



Una seña de la mano en dos movimientos. La palma abierta con el pulgar hacia el centro y después los cuatro dedos sobre el pulgar. Majo Robles la utilizó el martes 27 de febrero durante una transmisión de Facebook en la que pedía ayuda a sus seguidoras. “Necesito por favor que pongan atención en este live porque les voy a estar dando unas palabras clave que necesito que ustedes me ayuden”. El tema principal del video era la demostración de vestidos de su negocio, Majo Robles Boutique, pero el mensaje más relevante llegaría casi al final. Mientras mostraba las prendas en un maniquí, una niña aparecía en el fondo de la habitación, su hija. Se escuchaba también un bebé cerca. La expresión de Majo comunicaba una tensión que luego verbalizó. “Estoy nerviosa”. Pero también expresaba una certeza: “Ya nos vamos a ir de aquí”. De repente entró un hombre con el torso desnudo y el pelo mojado y pidió una toalla. “No la tengo aquí”, respondió ella. Él insistió. Segundos después Majo hizo la señal de ayuda con la mano izquierda mientras él aventaba un objeto. “Si alguien sabe esa señal, ya saben qué hacer. Me mandan mensaje privado”. El hombre desapareció de la imagen y unos segundos después lo que se vio fue difuso. Se escuchaba el llanto del bebé y Majo suplicaba: “Si alguien está viendo este live, por favor, ¡ayuda!”. El hombre la había golpeado.

Minutos después, esta mujer de Oaxaca sangraba por la nariz y su rostro estaba hinchado por los golpes de su agresor, según se observa en un video posterior. “Las cosas no terminaron nada bien. No muestro mi cara porque la verdad estoy bastante afectada, pero quiero que sepan que dentro de lo que cabe estoy bien”, dice Majo. Minutos después muestra su rostro. Está dentro de una patrulla en la Ciudad Judicial de Oaxaca. Cuenta que su hija y el bebé están en un refugio y que el hombre fue detenido. Robles está herida pero por ahora a salvo. Emplear la señal de ayuda fue la clave.

Signal for help (la señal de ayuda) surgió en 2020 durante la pandemia de covid-19 para combatir la violencia machista que se acrecentó con el encierro doméstico. Se ha convertido en un mensaje de alerta que se ha expandido a más de 40 países. “Desarrollamos un gesto con la mano como una llamada silenciosa de ayuda, para ser utilizada sin dejar rastro digital, durante nuestras nuevas vidas llenas de videollamadas”, explica en un comunicado la agencia de publicidad que ideó la señal para la Canadian Women’s Foundation.

‘La responsabilidad no debe recaer en la víctima’

Aimée Vega Montiel, investigadora del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAM y especialista en Feminismo y Comunicación, explica a EL PAÍS que la señal de ayuda es uno de varios recursos impulsados por el feminismo desde las organizaciones y la academia, y que las instituciones han adoptado para atender la violencia contra las mujeres, pero aclara que la responsabilidad de denunciar y pedir ayuda no debe recaer en las víctimas.

“Si [la señal] se lee como la única medida para detener o atender la violencia contra las mujeres estaremos reduciendo el análisis del carácter estructural de la violencia a medidas específicas que les corresponde a las víctimas adoptar. Al lado de esta medida tendrían que tomarse otras que implican la actuación de las autoridades, de las instituciones responsables de la atención, prevención y sanción”, afirma.

Vega Montiel considera que el riesgo de darle mucho peso a la seña es que su efectividad se vería afectada si la Justicia eventualmente liberara al agresor o si este reincidiera a pesar de recibir una sanción. “Es fundamental que el Estado mexicano garantice a las mujeres su derecho a una vida libre de violencia mediante medidas de prevención, atención, sanción y reparación del daño”.

La violencia contra las mujeres en el ámbito familiar creció en México, entre 2015 y 2022, más de un 100%, señala Vega Montiel. En 2022 se registraron casi 300.000 denuncias, “y ese número no representa ni siquiera el 30% del total de los casos. La mayor parte de las mujeres y niñas que son víctimas de la violencia en el entorno familiar no denuncian, no porque no lo estén padeciendo o porque sean cómplices o solapen este tipo de prácticas, sino porque no cuentan con un entorno familiar que las acompañe en su proceso de denuncia al agresor”.

Otros recursos

Además de la señal de ayuda, cuyo uso se ha extendido en las redes sociales, existen otros mecanismos de denuncia y apoyo:

  • 911, donde se puede denunciar abuso sexual, acoso u hostigamiento sexual, violación, violencia de pareja y violencia familiar.
  • Los Centros de Justicia para las Mujeres de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), a los que se puede llamar por teléfono.
  • Los refugios gratuitos para mujeres que viven violencia extrema, y en su caso sus hijos o hijas, ubicados en 25 entidades del país.

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