Cuánto crecerá Chile en 2024: la economía empieza a despegar, pero la inversión se mantiene en vilo



Después de un año para olvidar, la economía chilena parece estar mostrando señales de mayor dinamismo. Aunque finalmente este lunes el Banco Central dio a conocer la cifra del PIB de 2023, que, a diferencia de lo que se proyectaba, no fue negativo, sino que marcó una expansión de 0,2%, lo cierto es que el pasado fue un año difícil. Ahora, con una economía ordenada, todo indica que Chile podría recuperar su crecimiento potencial.

La presidenta del Banco Central de Chile, Rosanna Costa, lo dijo este martes: “Los últimos datos disponibles muestran una actividad que va retomando crecimiento paulatinamente”. Lo hizo en el marco de su presentación en un seminario del banco de inversiones, LarrainVial, en el que abordó las expectativas para este año y los desafíos a los que se enfrenta el país en materia económica.

“Nuestra economía se encuentra en mucho mejor pie que hace un año. Hemos avanzado bastante en la resolución de los desequilibrios macroeconómicos, la inflación se ha reducido, la actividad está comenzando a mejorar. El camino para llegar hasta aquí no ha sido fácil, ni ha estado exento de costos, y hacia adelante hay desafíos pendientes”, agregó la presidenta del instituto emisor.

Desde el estallido social de octubre de 2019 que la economía chilena viene enfrentando altos y bajos. A la incertidumbre política de la revuelta social, se sumó luego la crisis provocada por la pandemia, a la que sobrevino el sobrecalentamiento de la economía producto de los retiros de fondos de pensiones y las transferencias directas a las familias en medio de las cuarentenas por la alerta sanitaria. A eso se sumó el debate constitucional, el cambio de Gobierno y la agenda de reformas. Estas variables han mantenido en vilo al país, a sus ciudadanos e inversionistas.

Actualmente, sin embargo, la incertidumbre se ha reducido. Así lo indica el Indice Diario de Incertidumbre Económica del Banco Central, que muestra que los niveles actuales se ubican en rangos similares al periodo previo al estallido social.

“Hoy hay mejores condiciones porque esos puntos han quedado atrás y se ha moderado la agenda de reformas del Gobierno. Por ejemplo, en materia tributaria, donde se ha reconocido que hay otras formas de incrementar los ingresos fiscales estructurales, como el mayor crecimiento y la eficiencia del gasto. Se eliminó el impuesto al patrimonio de la discusión y, en materia de pensiones, se está tratando de llegar a un acuerdo”, explica Hermann González, coordinador macroeconómico de Centro Latinoamericano de Políticas Económicas y Sociales de la Universidad Católica, Clapes UC.

En este nuevo escenario, con una inflación más controlada y señales de un mayor dinamismo –el Indicador Mensual de Actividad Económica de enero creció 2,5% en 12 meses- los diferentes actores del mercado están empezando a ajustar sus proyecciones para el crecimiento del año.

El ministerio de Hacienda ha proyectado una expansión de la actividad de 2,5% para 2024, mientras que el Banco Central, más cauto, apuesta por un rango entre 1,25% y 2,25%. Aunque es probable que pueda subir un poco su estimación en el próximo Informe de Política Monetaria (Ipom) que dará a conocer en dos semanas más.

Por su parte, los organismos internacionales también miran con cautela a la economía chilena. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el repunte anual será de 2%, mientras que el Banco Mundial apuesta por una expansión de 1,8%.

La banca local también saca cuentas. BTG considera que el PIB crecerá en un rango de 2% a 2,25%, Bice Inversiones se mantiene en su cálculo inicial de un 2,3%, Inversiones Security apuesta por un 1,5%, Itaú por 1,5% y Scotiabank se escapa en las estimaciones con una proyección de 3% de crecimiento para este año. La consultora de inversiones Econsult, en tanto, cree que la cifra estará en el 2,6%.

Mucho consumo, poca inversión

Todo indica que Chile este año sí crecerá a tasas mayores, pero será una expansión que estará empujada principalmente por una recuperación del consumo y no tanto por factores más estructurales ligados a la inversión.

Después de la euforia de los años de retiros de fondos de pensiones y de traspasos monetarios, el consumo de los hogares se derrumbó. En 2023 disminuyó 5,2% y esto se reflejó principalmente en una brusca caída del comercio que se contrajo 3,5%. Ahora, todo apunta a que ambos indicadores volverán a brillar.

“Creemos que se debería dar una recuperación en el consumo por tres factores: el primero es que la base de comparación es muy baja, porque el año pasado cayó mucho y deberíamos ver ver una recuperación cercana a 3%. Otro tema es que tendremos tasas de interés más bajas y eso debiera dinamizar los créditos de consumo y comerciales. Lo otro que vemos es que los salarios reales y la cantidad de asalariados siguen subiendo”, explica Marco Correa, economista jefe de Bice Inversiones.

Mientras, Arturo Claro, analista macroeconómico de Econsult, advierte que efectivamente el consumo liderará el carro del crecimiento, pero que no se ve un aumento de la inversión. “El crecimiento de 2024 estaría impulsado por el consumo de los hogares, pero la inversión, que es lo que más preocupa, no está mostrando una recuperación. El crecimiento basado en el consumo y en el mayor gasto público –un aumento de 5,5% según el presupuesto de 2024– , es menos sostenible a largo plazo”, dice. Econsult calcula que la inversión caerá en 2% este año.

Para Hermann González, es claro que Chile recuperará su crecimiento potencial este año, el que se ubica en torno a 2%. La gran pregunta, dice, es cómo crecer sobre esos niveles en el largo plazo. “El problema del crecimiento de largo plazo se arrastra hace bastante tiempo y se resuelve con más productividad, más inversión y mayor participación laboral. Si no hay inversión, el stock de capital está estancado y eso limita la capacidad de de crecimiento de largo plazo de la economía. Y para eso falta todavía, probablemente va ocurrir después”, dice.

Correa coincide. “Para que haya recuperación de la inversión privada debería darse una recuperación en la confianza de los inversionistas y eso se ve difícil. Se necesitan certezas jurídicas, ver un mayor avance de la reforma tributaria, lo que pueda pasar en pensiones y el tema de los permisos para evitar la judicialización que atrasa la inversión y le pone una presión mayor a los inversionistas. Se han visto iniciativas para resolver tema de permisología [exceso de burocracia], pero por ahora es incipiente y se necesitan mayores señales en ese punto”, puntualiza.

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