La FIFA suspende a Luis Rubiales tras negarse a dimitir como presidente del fútbol español por el beso a la jugadora Jenni Hermoso


La FIFA suspendió provisionalmente de su cargo al presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, luego que éste se negara a dimitir el viernes alegando que el beso no consentido a la jugadora Jenni Hermoso tras ganar el 20 de agosto la final de la Copa del Mundo femenina fue “mutuo”, algo que fue desmentido inmediatamente por Hermoso.

La FIFA informó en un comunicado que su Comité Disciplinario “ha decidido hoy suspender provisionalmente al señor Luis Rubiales de todas las actividades relacionadas con el fútbol a nivel nacional e internacional”.

La suspensión durará 90 días, mientras avanza la investigación disciplinaria sobre el comportamiento de Rubiales que fue anunciada por la FIFA el jueves, precisó el ente. 

La FIFA también dijo en su comunicado que Rubiales no puede contactar a Hermoso ni a otras personas de su círculo cercano.

El anuncio llegó poco después de que la Federación Española de Fútbol informara en un comunicado que, en lugar de destituir a Rubiales, presentaría “cuantas acciones legales correspondan en defensa de la honorabilidad del Sr. presidente de la RFEF que ha expuesto de una forma clara y sencilla como se produjeron los hechos”.

La Federación respondió al comunicado de Hermoso y sus compañeras emitido el viernes, en el que las jugadoras afirmaron que no volverán a la selección si no hay cambios en la cúpula directiva, alegando que “respeta” la decisión de las futbolistas de no jugar en partidos internacionales, pero que “la participación en la selección es una obligación de todas las personas federadas si son llamadas para ello”.

En un encendido discurso, donde muchos anticipaban su dimisión, Rubiales señaló el viernes que el beso fue “espontáneo, mutuo y eufórico y, sobre todo, consentido”, y que “el deseo que podía tener en ese beso era exactamente el mismo que el que podía tener dándole un beso a una de mis hijas”.

Hermoso aseveró inmediatamente después: “En ningún momento consentí el beso”. En sus redes sociales, la jugadora ahondó en “la agresión” diciendo que ha recibido presiones para proteger a Rubiales y que el beso fue “un acto impulsivo, machista, fuera de lugar”.

La Federación alegó el sábado que “en un Estado de derecho, como ha defendido el presidente, las opiniones se contrarrestan con hechos y con pruebas y las mentiras se rebaten en los juzgados”.

Varios medios españoles habían reportado el jueves que Rubiales paneaba dimitir el viernes al puesto que ocupa desde 2018 durante una asamblea extraordinaria de la federación.

Para sorpresa de muchos, el líder deportivo no solo no dimitió sino que arremetió contra quienes le criticaban asegurando que los señalamientos en su contra son parte de una “cacería” y un “falso feminismo”.

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