Que las autoridades venezolanas hayan vetado a Corina Yoris, la candidata designada por su tocaya, la inhabilitada María Corina Machado, es “grave”, en palabras del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. El izquierdista da un golpe en la mesa después de meses de silencio en público y discretas gestiones diplomáticas. Primero con una nota de Exteriores que expresaba “preocupación” por la exclusión de Yoris, ahora personalmente este jueves en Brasilia durante la comparecencia ante la prensa con el presidente francés, Emmanuel Macron, de visita oficial.
A preguntas de la prensa, ambos mandatarios han criticado el veto a la candidata Yoris, como hicieron esta semana también Colombia, la Unión Europea, EE UU… lo que desató una furiosa respuesta del presidente venezolano, Nicolás Maduro. Lula ha recalcado que, a diferencia de Machado, inhabilitada por la justicia, su elegida no logró inscribirse por un aparente problema informático, sin ninguna explicación oficial. El brasileño y el francés han sugerido que Maduro debería reconsiderar la exclusión. “No quiero nada mejor ni peor para Venezuela, quiero que sean unas elecciones como en Brasil, que participe todo el que quiera. Quien pierde llora, quien gana ríe y la democracia sigue”, ha afirmado Lula, que ha alabado que Machado se apartara y diera paso a otra persona sin pegas del chavismo. Es precisamente lo que Lula le recomendó, con una frase ofensiva, hace unas semanas, que no se empecinara en dar la batalla para concurrir a los comicios.
De nuevo en referencia a Maduro, Lula ha dicho en tono exasperado, con las manos juntas y mirando al cielo: “Es que no hay explicación jurídica ni política para prohibir que un adversario sea candidato”,
La cerrazón de Maduro supone una afronta para el fundador del Partido de los Trabajadores de Brasil. Porque, nada más volver al poder en Brasilia, Lula convocó una cumbre regional en un intento de romper el ostracismo diplomático en el que la Venezuela chavista estaba sumida desde hace una década. El mes pasado Maduro y Lula se reunieron en una cumbre caribeña y el brasileño aprovechó la ocasión para insistirle en la necesidad de tener un proceso electoral con garantías.
Macron considera que “el marco actual [de candidaturas en Venezuela] no puede considerarse democrático” y ha condenado las maniobras “de Maduro y el sistema” para depurar las listas electorales de opositores al chavismo. “Espero que sea posible reconstruir el marco”, ha dicho.
Los dos presidentes han exhibido sintonía personal y respecto a Venezuela mientras ambos quitaban hierro a sus divergencias sobre el acuerdo Unión Europea-Mercosur y la guerra de Ucrania.
A preguntas de la prensa, Lula ha declarado que “Macron tiene todo el derecho a estar en contra. Pero su pelea es con [sus socios de] la UE, no conmigo, y la mía es con Mercosur”. También ha recalcado que esta no es una negociación bilateral sino entre bloques.
Respecto a Ucrania, Macron ha insistido en que es crucial que la UE no sea vista por Rusia en una posición de debilidad. El mandatario brasileño ha recalcado que Brasil seguirá sin elegir bando en una guerra que, además, le queda lejos. “Quien quiera discutir sobre la paz, que me invite, que allí estaré. Pero, si es para la guerra, que no cuenten conmigo”, ha proclamado. La ceremonia ha comenzado con la imposición a Macron de la máxima condecoración de Brasil a los extranjeros, la orden de Cruceiro do Sul; y la legión de honor francesa a Janja da Silva, esposa de Lula. El mandatario brasileño tiene la distinción hace años, ha querido aclarar Macron.
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