Uno de los animes y mangas más exitosos de todos los tiempos cobra vida en la pantalla chica gracias al increíble equipo de arte que trabaja en la serie One Piece producida por Netflix. Desde el primer vistazo a la caracterización de Iñaki Godoy como Monkey D. Luffy, hasta la ambientación y escenarios, el proyecto puede enorgullecerse de recrear con fidelidad el universo de aventura creado por Eiichirō Oda hace 26 años. La primera temporada llegará el 31 de agosto y ahí se descubrirá cómo se han traducido los complejos arcos narrativos que cautivaron fanáticos en todo el mundo.
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Los seguidores de One Piece son, con justa razón, los críticos más difíciles de convencer. Sin embargo, el respaldo directo de Oda ha sido crucial para esperar con optimismo una adaptación respetuosa de la mítica historia de los Sombreros de Paja. Godoy, el protagonista, viajó hasta Japón para conocer al mangaka y ahí se conmovió con la confianza depositada por el autor japonés.
“Mi principal preocupación era si podíamos encontrar a alguien como Luffy. Pero vi muchos videos de audiciones y cuando te vi comencé a reírme. Eres como el personaje que dibujé en mi manga”, lo animó Oda. “No imagino a nadie más en este papel”.
Durante la visita al maestro Oda en su legendario estudio, este explicó con entusiasmo que ahora es factible ver su obra en acción real. “Hace 26 años era imposible”, indicó. “Pero en algún momento, las imágenes por computadora y los efectos visuales mejoraron y así puedes darle vida a cualquier cosa. Después de ver muchas cosas, decidí dar el paso y si hallaba un equipo confiable podíamos adaptarlo”
Desde personajes con poderes inimaginables hasta criaturas híbridas, el mundo de One Piece tiene muchas peculiaridades. La intención de los showrunners Matt Owens y Steve Maeda para ser fieles al manga alcanza incluso a los mínimos detalles de utilería.
En uno de los adelantos se reveló la apariencia de los Den Den Mushi, criaturas semejantes a caracoles que son empleados como medio de comunicación. El realismo de estos objetos es llamativo y fue conseguido con tecnología animatrónica.
Según información de Decider, se usaron cuatro caracoles con el tamaño aproximado de un gato casero. “Teníamos aparatos animatrónicos que se insertaban dentro de los puppets y ello permitía que sus ojos se movieran”, apuntó Owens. Cada caracol, además, fue personalizado para ser semejante a sus dueños. El de Garp, por ejemplo, tiene una barba. El showrunner agregó: “No queríamos evitar ninguno de los elementos extraños que componen este mundo. Simplemente le decimos al público: ‘Hey, los teléfonos son caracoles en este mundo. Es lo que es. Acéptenlo”.
One Piece es protagonizado por Iñaki Godoy junto a Emily Rudd, Mackenyu, Jacob Romero y Taz Skylar. La serie se estrena el 31 de agosto en Netflix.
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