En las últimas horas se han conocido varios videos de agresiones en contra de los miembros del Ejército Nacional en el departamento del Cauca. Al parecer, personas que habitan los municipios con presencia de grupos armados estarían siguiendo órdenes de los criminales para adelantar estas acciones.
Y es que durante la jornada del domingo 25 de febrero se dio a conocer un nuevo ataque hacia tropas del Ejército, lo cual fue calificado como una falta al cese al fuego por parte de organizaciones armadas. Estos eventos sucedieron en los municipios de Caloto y Cajibío, donde se evidenció la expulsión de los militares y una asonada que afectó a una comunidad educativa de la zona.
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Según informes de las autoridades, en el municipio de Caloto las tropas fueron expulsadas en medio de violentas acciones en contra de los uniformados; estas imágenes revelan la creciente presión de los grupos armados para detener el avance de los uniformados en la región, utilizando a los civiles como medios de confrontación.
Sin embargo, este no es el único hecho de violencia que se ha presentado recientemente, debido a que el sábado 24 de febrero también se presentó otro hecho que terminó por afectar a niños de una escuela, ubicada en Cajibío.
De acuerdo con videos que se viralizaron durante el fin de semana, la violencia alcanzó a una institución educativa rural, donde más de 250 menores de edad tuvieron que abandonar sus actividades académicas por la presencia amenazante de hombres armados en las inmediaciones del plantel educativo.
Los encapuchados se enfrentaron en contra de los miembros del Ejército y con insultos los sacaron del lugar, sin importar que los niños se encontraban en las aulas intentando tomar sus clases, actividad que no pudo llevarse a cabo por causa de este hecho violento.
Este último acontecimiento subraya cómo los grupos armados ilegales se han encargado de instrumentalizar a la población civil en sus enfrentamientos contra las autoridades, generando un ambiente de miedo y violencia que repercute directamente en la normalidad y seguridad de los habitantes, y más alarmantemente, en la integridad de los niños.
Declaraciones de fuentes militares a Noticias RCN resaltan la dificultad que han tenido los uniformados para desplegar operaciones en Cauca debido al control y la hostilidad manifestada por estos grupos criminales que buscan tomar el control de estos municipios para seguir delinquiendo.
Entre tanto, se sabe que las autoridades pretenden seguir desarrollando sus operativos en la zona con el fin de no dejarse vencer por parte de estos delincuentes que intentan desestabilizar al país con sus acciones criminales.
Incluso, se sabe que este no es el único hecho de este tipo que se ha presentado en 2024, pues la Séptima Brigada del Ejército Nacional confirmó que el 7 de febrero en el departamento del Meta vivió una situación similar con la comunidad al adelantar un operativo en contra de la deforestación y la criminalidad.
“Se insta a la comunidad a no obstruir las operaciones militares ni agredir a los uniformados, ya que esto puede ser constitutivo de tipos penales, consagrados en el código penal colombiano”, fue el llamado que se realizó en ese momento por parte del Ejército.
Estos incidentes recuerdan la compleja situación de orden público que enfrenta Colombia en ciertas zonas, donde el cese al fuego se ve constantemente desafiado por actos de violencia que socavan los esfuerzos de paz.
La comunidad internacional y las organizaciones de derechos humanos siguen de cerca estos desarrollos, instando a todas las partes a respetar las normas humanitarias y buscar soluciones que favorezcan a los civiles, especialmente a los más vulnerables como son los niños y niñas afectados por el conflicto.