Temblor en Colombia hoy: Último sismo reportado este miércoles 13 de marzo por el SGC

Según el Servicio Geológico Colombiano, el municipio santandereano sería el protagonista del 60% del total de movimientos telúricos en el país. Esto se debe a que es un territorio cercano al nido sísmico de Bucaramanga, el segundo lugar con más sismos en el mundo después de la región de Hindu kush, en Afganistán, y por encima de los montes Cárpatos, en Rumania.

De acuerdo con el Ministerio de Minas y Energía, en la semana comprendida entre el 5 y 11 de marzo de 2024 dentro de niveles fluctuantes, la sismicidad mostró disminución tanto en cantidad de eventos como en energía liberada. Se mantuvo el predominio de sismos asociados a fractura de roca en el interior del edificio volcánico, seguido por la sismicidad relacionada con movimiento de fluidos. Los sismos fueron localizados principalmente hacia el sur del volcán Chiles, a distancias hasta de 4 km, con profundidades menores a 7,0 km respecto a su cima (4700 m s.n.m.).

La magnitud máxima registrada fue de 2,2 correspondiente a un sismo que ocurrió el 9 de marzo a las 03:41 a. m.

Persisten los procesos de deformación de la superficie en la zona volcánica de acuerdo con los sensores instalados en el terreno y a través del procesamiento de información de sensores remotos satelitales.

La evolución de la actividad en el volcán es resultado de procesos internos derivados de la interacción compleja entre el sistema magmático, el sistema hidrotermal y las fallas geológicas de la zona. Por lo tanto, se conserva la probabilidad de ocurrencia de sismos energéticos que pueden ser sentidos por habitantes de la zona de influencia.

De acuerdo con el Ministerio de Minas y Energía, en la semana comprendida entre el 5 y 11 de marzo de 2024 y en comparación a lo registrado la semana anterior, se observó disminución en la ocurrencia sísmica, sin embargo, se conservó el nivel de energía liberada. La actividad sísmica del volcán continuó caracterizada por el predominio de eventos asociados con fractura de roca, seguidos por sismicidad relacionada con movimientos de fluidos. En su mayoría, los eventos de fractura fueron ubicados de manera dispersa en la región volcánica, en distancias inferiores a 18 km desde el cráter principal, con profundidades menores a 14 km con respecto a la altura de referencia (4200 m s.n.m.) y magnitudes menores a 1.7.

Se registraron pequeñas emisiones de gases, provenientes en su mayoría desde el cráter principal y de los campos fumarólicos Las Chavas y El Paisita, ubicados al occidente y norte del cráter respectivamente, presentando columnas de color blanco, poca presión de salida y dispersión variable por acción de los vientos.

De acuerdo con el Ministerio de Minas y Energía, en la semana comprendida entre el 5 y 11 de marzo de 2024 y en comparación con el periodo anterior, la actividad sísmica en el volcán Cumbal presentó un leve incremento, en su ocurrencia y energía, predominando los eventos relacionados con fractura de material rocoso.

La sismicidad fue localizada en su mayoría en inmediaciones del cráter La Plazuela ubicado al noreste del CVC, a distancias menores de 1 km, profundidades menores de 2 km con respecto a la altura de La Plazuela (4700 m s.n.m.) y magnitud máxima de 1,1.

Se registraron emisiones de gases provenientes de los campos fumarólicos de El Verde al noreste del CVC, y Los Rastrojos y Boca Vieja, al suroccidente del CVC, con columnas de color blanco, altura variable y dispersión según la dirección del viento. No se observaron variaciones significativas en los demás parámetros geofísicos y geoquímicos del monitoreo volcánico.

Bogotá, la capital de Colombia, se encuentra en una ubicación privilegiada que le otorga un menor riesgo sísmico frente a otras regiones del país. Situada en la cordillera de los Andes, no está directamente sobre las placas tectónicas más activas, como la Placa Nazca y la Placa Suramericana, reduciendo la frecuencia e intensidad de los temblores. Además, la considerable profundidad y estabilidad de su corteza terrestre ayuda a atenuar la energía sísmica. Aunque históricamente Bogotá ha sido testigo de sismos menos devastadores que otras áreas colombianas, la posibilidad de terremotos aún existe, siendo vital para los residentes conocer y aplicar medidas de seguridad ante tales eventuales.

Al enfrentarnos a un temblor, es crucial disponer de información precisa y refutar mitos y errores comunes. Uno de los mitos más extendidos es la idea de que en caso de sismo se debe parar en el marco de una puerta. Los expertos en seguridad y sismología aclaran que esta práctica puede ser peligrosa en edificaciones modernas, ya que los marcos no son necesariamente más seguros que otras partes de la estructura y pueden lastimar a las personas si la puerta se cierra de golpe.

Otro error común es correr hacia afuera durante un temblor. La recomendación es “Agacharse, cubrirse y sujetarse” bajo una mesa o escritorio resistente para evitar ser golpeado por objetos que caigan o vidrios rotos. La salida precipitada puede exponer a riesgos mayores, como caídas o impactos de escombros.

Se cree erróneamente que los terremotos solo ocurren durante ciertas horas del día o épocas del año, lo que es completamente falso. Los sismos pueden ocurrir en cualquier momento, sin aviso previo, por lo que es importante estar preparado siempre.

Además, existe la noción de que los edificios altos son menos seguros. Si bien es cierto que los rascacielos pueden experimentar movimientos más notorios, estos generalmente están diseñados con normativas sismorresistentes que buscan proteger la integridad de la estructura y a sus ocupantes.

Finalmente, es un error subestimar la importancia de mantener un kit de emergencia. Este debe contener suministros básicos como agua, alimentos no perecederos, linterna, radio de baterías, botiquín de primeros auxilios y documentos importantes. La preparación adecuada puede marcar la diferencia en la seguridad personal y la de nuestros seres queridos en el caso de un sismo.